SOCIEDAD › EL CASO DE EUTANASIA QUE CONMUEVE A TODA FRANCIA
Morir ayudado por la madre
El joven parapléjico cuya madre le inyectó barbitúrico, como era su voluntad, murió ayer. La mujer, que había sido detenida el jueves, quedó libre. El debate por la eutanasia en Francia.
Por Eduardo Febbro
Página/12
en Francia
Desde París
Tres años después de que el hijo de Marie Humbert sufriera un accidente de auto que lo dejó parapléjico, ciego y mudo, su madre accedió a la última voluntad del joven de 22 años: liberarlo de sus sufrimientos ayudándolo a morir en contra de la ley francesa, de la opinión de la clase política y de los comités de ética. Vincent Humbert murió finalmente ayer por la mañana luego de que, el miércoles pasado, su madre le inyectara pentobarbital de sodio. Detenida durante 24 horas y liberada posteriormente, Marie Humbert y la familia del joven viven su muerte como “una dolorosa victoria”. El cuadro clínico de Vincent, el combate protagonizado por la madre y el hijo para obtener “el derecho a morir” así como el gesto inusual de Marie provocaron en Francia una inmensa conmoción y un debate que ganó la clase política.
El deceso del joven causado por el suministro de barbitúricos se produjo en circunstancias igualmente excepcionales. El equipo médico que lo asistía desde hacia tres años tomó la decisión “colectiva e independiente” de “limitar las terapias activas”, es decir, de no intentar salvarlo a toda costa después de que su madre lo ayudara a morir. Los médicos, que tomaron en cuenta el “cuadro clínico” del joven y su deseo de morir, hablaron con el padre cuando Vincent Humbert estaba entre la vida y la muerte. Este habría pedido de manera solemne a los médicos que no “se empeñaran en salvarle la vida”. Françis Humbert, el padre de Vincent, dijo que él y la familia estaban “profundamente abatidos porque perdimos un hijo y, al mismo tiempo, muy felices porque Vincent logró lo que quería”. Su hermano, Laurent, declaró que se sentía “feliz de saber que Vincent se liberó de todos los sufrimientos”.
La historia de Vincent Humbert llevó al primer plano el debate sobre la eutanasia. En noviembre del año pasado, el joven había escrito al presidente de la República, Jacques Chirac, para pedirle “el derecho a morir”. El mandatario francés recibió a su madre sin que ello diera lugar a una intervención presidencial a favor de la solicitud del joven. Coincidencias de la historia, dos días antes de morir, Vincent Humbert publicó un libro sobrecogedor en el cual, desde el título, se dirigía a la sociedad reclamando su derecho: “Les pido el derecho a morir”.
Contrariamente a otros países europeos, Holanda por ejemplo, la eutanasia no tiene ningún reconocimiento legal en Francia. Por el contrario, la eutanasia está prohibida y su aplicación está condenada penalmente. En ese contexto, la madre de Vincent, que accedió a las demandas de su hijo, puede ser condenada por “intento de homicidio voluntario” o “intento de asesinato”. El ministro francés de Justicia, Dominique Perben, se dirigió ayer a los jueces de la localidad de Boulogne-sur-Mer a fin de solicitarles que “den muestras de la mayor humanidad posible en la aplicación de la ley” con respecto a este caso. La Justicia pareció hasta ahora actuar protegiendo a la madre de Vincent, ofreciéndole un tratamiento más suave “poco común en un proceso criminal de esta naturaleza”, según reconoce un magistrado. Sin embargo, denunciado con vehemencia por quienes militan a favor de la “libertad de elegir su muerte”, por ejemplo la ADMD, Asociación por el Derecho de Morir en Dignidad, el marco legal francés no ha cambiado hasta ahora. A principios de este año, el ministro francés de Salud, Jean-François Mattei, había recalcado su “firme oposición” a la eutanasia y su total rechazo a legislar en esta materia. Según el titular de la cartera, “el hecho de que un ser humano pueda matar a otro no puede figurar en un texto de ley”.
Pero el desenlace dramático de la historia de Vincent Humbert cambió el contexto del debate. Ayer, el ministro de Asuntos Sociales, François Fillon, propuso que se abriera “un debate a fin de modificar lalegislación”. Los socialistas se pronunciaron en el mismo sentido. Los comunistas reclamaron discutir el “marco legislativo actual”.
Si bien otros sectores de la derecha gobernante estiman que “sería peligroso debatir y legislar sobre la eutanasia en un contexto tan emocional”, es lícito reconocer que, con su muerte, Vincent le impuso a la clase política la adopción de una postura menos cerrada que la que mantuvo hasta hoy. El partido conservador gobernante, la UMP, estima así que se debe “volver a pensar el sistema legislativo”. En su conjunto, la derecha y la izquierda convergen al admitir la necesidad de abordar “de frente un tema de sociedad que se dejó voluntariamente de lado”.