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La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) planteó que la muerte del fiscal Alberto Nisman “no debe ser materia de especulación política, de la que se pretenda sacar rédito electoral”. Por el contrario, consideró que “más allá del color partidario, éste debería ser para todos el punto de inflexión a partir del cual pueda sacarse a la luz del día el entramado mafioso, que desde hace décadas, y pese a los 31 años de democracia, sigue actuando como un poder fáctico con capacidad de desestabilizar gobiernos y generar zozobra en la ciudadanía”.

“Es evidente –señaló la CTA en un mensaje difundido ayer– que el clima generado a partir de la muerte del fiscal Nisman pretende ser aprovechado por estos mismos grupos de poder que sueñan con ‘el fin de ciclo’ para cortar de cuajo el proceso de verdad y justicia iniciado en el 2003, los avances en la distribución de la riqueza y, más recientemente, la reivindicación de nuestra soberanía nacional ante la embestida de los fondos buitre.”

Para la CTA, serían los sectores populares los que pagarían el costo más alto “si el revanchismo de la restauración neoliberal lograra finalmente imponerse”. En contraposición, “todos estos años de avances populares no han sido en vano y somos mayoría los argentinos que hemos aprendido que los problemas de la democracia sólo se resuelven con más democracia”.

En el mensaje, la central que encabeza Hugo Yasky aseguró que hay un intento de que el Gobierno “llegue a su fin en un escenario de caos e ingobernabilidad”. “Por ello, vamos a defender todas y cada una de las conquistas de estos últimos años, con la conciencia de que con instituciones más transparentes, con ampliación de derechos y con distribución de la riqueza podremos alcanzar una Argentina plena de paz y justicia social.”