La diputada Elisa Carrió volvió a apuntar ayer al jefe del Ejército, César Milani, por el fallecimiento del ex fiscal Alberto Nisman. “Esto es una operación del actual jefe de Inteligencia (sic), que es capaz de matar”, dijo la precandidata presidencial, quien elogió su propia “madurez” para “poner un límite” y agregó que desde el Gobierno “están volviendo a 1976, ellos son la dictadura”. Un día después de anunciar que presentaría una denuncia contra la presidenta Cristina Fernández y contra un grupo de funcionarios por encubrir la muerte de Nisman, Carrió criticó a la procuradora, Alejandra Gils Carbó, quien para ella tiene “un muerto sobre sus espaldas” porque “no protegió” a Nisman, y a su ex socio Fernando Solanas, quien declaró que Carrió “tenía amistad” con el ex jefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia Antonio Stiuso. La chaqueña calificó la afirmación de “infamia” y advirtió que “la mentira va a volver sobre él de una manera escandalosa”. “No tengo nada que ver, no conozco a Stiuso y me parece muy bien que venga a declarar”, dijo. El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, remarcó ante periodistas que “Carrió es la persona que dijo que Stiuso no estaba en el país”, sugirió que “lo sabe porque es su amiga” y que “alguien tendría que llamarla a declarar”.