“Es increíble, nos hacen más justicia en Londres que en la Argentina”, ironizó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al inaugurar el edificio municipal de Berazategui aludiendo al conflicto con los fondos buitre y el fallo de la Justicia británica que avaló los pagos a los tenedores de ese país, contradiciendo la postura del juez de Nueva York Thomas Griesa. Esa fue la única mención en su discurso, de por sí lejana, a los choques que arrastra con sectores del Poder Judicial “Los próximos gobiernos van a tener que seguir haciendo cosas porque les vamos a dejar un país mucho mejor”, agregó dejando planteado el desafío para quien tome su lugar el 10 de diciembre.

“La Argentina no está en default, dijo el juez de Londres. Esta sentencia va a convencer a los que aún no lo están, que no podemos hacer lo que nos imponen los de afuera”, destacó luego, haciendo foco en la estrategia seguida por el Gobierno de no aceptar los condicionamientos que el juez Griesa dispuso en sus fallos favoreciendo los reclamos de los buitres. Con el flamante edificio municipal de Berazategui de fondo sostuvo que “hubiese sido muy fácil firmar un papel y que me aplaudan los de afuera, pero prefiero que me aplaudan los de adentro porque si me aplauden los de afuera es porque sonaron los de adentro”.

“Teníamos razón. Los que el año pasado nos decían que fuéramos presurosos a pagar cualquier cosa, lo que nos pidieran, ahí salió la Justicia, no de la Argentina, sino la de la Londres. Increíble, nos hace más justicia en Londres que en Argentina, las cosas de la vida, ¿no?”, señaló con ironía siguiendo con la noticia sobre los holdouts, pero mandando un mensaje al sector judicial que desplegó una estrategia de oposición al Gobierno en los últimos tiempos, con su punto más alto en la marcha del 18F y una posterior seguidilla de resoluciones contra funcionarios nacionales. “La Argentina pagó, no está en default. Eso fue lo que dijo el juez de Londres”, aclaró luego Fernández de Kirchner mientras repasaba el informe que le había elaborado el Ministerio de Economía.

En el acto, la Presidenta anunció que el jueves o viernes “llegan los trenes del Roca” para la zona sur, las nuevas formaciones con las que se está renovando la flota de ferrocarriles. También anticipó el inicio de la segunda parte del Plan Ahora 12, que facilita la compra en cuotas con tarjeta y mantuvo tres videoconferencias. Primero hizo contacto con Formosa para dar inicio a la soldadura de los caños que conformarán el entubamiento de un gasoducto, luego con el partido de La Matanza para inaugurar la ampliación de una planta de Coca Cola y finalmente con Luján, donde también se inauguró una fábrica textil que confeccionará los tapizados para la empresa Toyota. La acompañaron el intendente local, Juan Patricio Mussi, y los ministros de Economía, Axel Kicillof, y del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que la flanqueaban en la mesa dispuesta sobre el escenario sobre el que también se ubicó el gobernador bonaerense Daniel Scioli. Atrás se encontraban sentados en una fila de sillas a cada lado otros precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria como el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.

“El trasvasamiento no significa tirar viejos por la ventana. El trasvasamiento generacional es pasar agua de un vaso a otro, y además hay que hacerlo despacio para que no se rebalse ni salpique. Este es el concepto que nosotros tenemos y queremos darle”, explicó CFK tomando una metáfora que había utilizado Mussi pocos minutos antes en su discurso para hablar de la juventud (ver aparte). “Lo más importante, más allá de los logros de este gobierno, es haber recuperado la esperanza y la ilusión de que millones de jóvenes creen que es posible desarrollarse, crecer, trabajar, estudiar y progresar en su patria, lugar que hasta hace poco tiempo los obligaba a irse afuera”, sostuvo para redondear la idea.

Cerca del final del acto y de su discurso les habló a quienes conducirán el país en el futuro. “Les digo a los próximos gobiernos que vengan, que van a tener que seguir haciendo muchas cosas más, porque les vamos a dejar un país mucho mejor del que nos tocó recibir: un país con inclusión social, con jubilados que no tienen que andar mendigando un aumento, con el 97 por ciento de cobertura previsional”, dijo. En la misma línea continuó enumerando algunos de los logros impulsados desde 2003 como “un país con trenes, donde no vas a tener que estar dos años para que te den el DNI. Un país en el que las clases medias pueden acceder a una vivienda a través del plan Procrear, y antes no podían hacerlo”.

“¿Saben por qué pudimos conectarnos al mundo? Porque primero nos conectamos entre todos nosotros. No hay posibilidades de ser un país grande con un pueblo empobrecido, con un pueblo que no tiene posibilidades”, sentenció la Presidenta antes de dar la puntada final a su mensaje transmitido por cadena nacional cuando señaló: “Creemos en la Nación, pero la Nación son ustedes: un pueblo con derechos, con dignidad y que cada vez tiene que exigir más”. Después fueron abrazos y saludos con la gente y alguna que otra foto con el celular montado en el selfie stick que le acercaron los empleados de la municipalidad.