EL PAíS › EL MINISTRO DE AGRICULTURA, CARLOS CASAMIQUELA, ASEGURó QUE NO HAY MOTIVOS PARA CONVOCAR A UN NUEVO LOCKOUT

“Tendremos una producción de 110 millones de toneladas”

El funcionario criticó a la Mesa de Enlace, ponderó el acercamiento con Federación Agraria y dio las medidas que están tomando.

 Por Sebastián Premici

La Sociedad Rural (SRA), CRA y Coninagro anunciaron un nuevo lockout patronal entre el 11 y 13 de marzo, bajo los argumentos de “una sostenida inflación, una asfixiante presión fiscal y trabas a la comercialización”. El dato destacado es que, luego de ocho años de existencia, la Mesa de Enlace aparece partida, ya que la conducción de Federación Agraria decidió no participar de la medida de fuerza y optó por llevar adelante un proceso de negociación con el gobierno nacional para establecer políticas diferenciadas para los pequeños productores. En una entrevista con Página/12, el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, ponderó el nuevo acercamiento hacia la FAA y marcó las contradicciones detrás de este nuevo cese de comercialización cuando las estimaciones para la campaña 2014-2015 indican una producción total de 110 millones de toneladas, con una fuerte recuperación en la cosecha de trigo.

–¿Qué opina de este nuevo lockout?

–Lo primero que hay para decir es que ya no es más la Mesa de Enlace en pleno. Por suerte hemos logrado establecer un canal de diálogo más que interesante con la conducción de la Federación Agraria. Estamos percibiendo un cambio de estrategia, donde se vuelve a poner en el centro la discusión por los pequeños productores. Siempre me resultó muy difícil de comprender cómo era posible que los principios de la FAA estuvieran mezclados con los de la Sociedad Rural y la Mesa de Enlace. Dicho esto, me parece que el paro es contradictorio porque, más allá de las cuestiones por resolver, es difícil explicar –y entender– los motivos de un cese de comercialización cuando tendremos un nuevo record de producción. Las estimaciones de la campaña 2014-2015 indican una producción de 110 millones de toneladas, de las cuales 58 millones serán de soja. Con estos números, el paro es contradictorio. Tendrán sus motivos políticos.

–¿Los productores que pertenecen a las entidades que convocaron al lockout están especulando con la no venta de soja?

–Tienen 10 millones de toneladas de soja sin vender, sobre todo en manos de los grandes productores. Entonces, dicen que van a un paro para dejar de vender lo que ya no están vendiendo. Son contradictorios.

–¿Lo sorprendió el cambio de rumbo de la Federación Agraria?

–El tema es que (Eduardo) Buzzi tenía un compromiso de liderazgo con la Mesa de Enlace y eso le provocó que se perdiera el rumbo dentro de la entidad que presidía. La actual conducción de la FAA tiene otra perspectiva, está dispuesta al diálogo y por eso hemos avanzado en el diseño de políticas públicas diferenciadas para los pequeños productores en conjunto con la entidad federada. Pero no son las primeras. A muchos les cuesta admitir que hubo políticas orientadas a los pequeños productores. Un ejemplo es la reciente Ley de Agricultura familiar, que tiene un conjunto de herramientas para el sector que son inéditas. Esta ley es el reconocimiento a una visión compartida, con el claro impulso de la Presidenta. Los pequeños productores y agricultores familiares han sido un eje transformador en nuestro país. Por eso lo incomprensible de la pertenencia de la FAA a la Mesa de Enlace.

–¿La diferenciación en las políticas llegará hasta las retenciones?

–Ahora estamos trabajando en la diferenciación de los préstamos del Banco Nación para pequeños productores sojeros y con los tamberos. Los que produzcan hasta 2900 litros de leche por día recibirán un aporte de 30 centavos por litro durante 3 meses. Esto no sólo recompone el precio que recibirán los tamberos, sino que sirve como ayuda para los productores que están sufriendo las inundaciones. Vamos a llegar a 8700 tambos, es decir el 80 por ciento del total. Con respecto a lo otro (retenciones), es un tema que la Federación Agraria viene planteando con insistencia.

–Los dirigentes patronales suelen resumir la situación del sector con las mermas en la producción de trigo como una foto contrapuesta con la idea de “Argentina granero del mundo”.

–La campaña actual arrojará casi 14 millones de toneladas, un 50 por ciento más que lo obtenido en 2013-2014. De ese total, 6,5 millones son para consumo interno y el resto, es decir, 7,5 millones de toneladas, estarán disponibles para la exportación. También existe una diversificación en la producción.

–De hecho, la cooperativa de FAA, Agricultores Federados, pasó de exportar trigo y maíz en 2008 a cinco variedades de granos al cierre de 2014.

–Sí, y en ese mismo período incrementó sus exportaciones en un 350 por ciento.

–¿Las grandes cerealeras exportadoras están pagando el precio pleno de los granos o siguen beneficiándose de su capacidad para fijar precios en detrimento de los productores?

–En el caso del trigo, de la campaña de 14 millones de toneladas, la exportación ya compró 5,5 millones, que no fueron vendidas al exterior, ya que todavía no se ha cumplido la cuota anterior. Están comprando para hacerse de un stock. Y en este contexto siguen pagando un poco menos de lo que deberían pagar. Una tonelada de trigo vale 1250 pesos y la mayoría de lo que se comercializó se lo hizo a un valor más bajo. Esta situación no se da por el sistema de cupos, y la supuesta falta de competencia en el sector, ya que el 70 por ciento del trigo que compra la molinería no lo hace a los productores sino que lo obtiene directamente de los exportadores. Las cosas se van a poner más claras ahora que lanzamos el sistema para monitorear los precios de la cadena (Sio Granos). Los productores podrán observar de manera online las compras de granos en todo el país, preservando la identidad de cada productor. Se podrá ver cuánto se vendió, a qué precio y dónde está la mercadería. Antes se manejaba la información de las Bolsas, que sólo reflejaban el 11 por ciento del total de las transacciones del sector.

–¿Este sistema les permitirá intervenir como Estado cuando haya dificultades en la cadena, como faltantes de stock?

–Sí, claro, será una manera inteligente de intervenir. Por ejemplo, los Registros de Exportación habilitados para AFA estuvieron vinculados a que pagaban el precio correspondiente, a diferencia de otros exportadores. Será una herramienta que nos permitirá profundizar la toma de decisiones de manera segmentada.

–¿Qué medidas están tomando para resolver las realidades adversas de algunas producciones regionales?

–Hay un contexto internacional complejo, una crisis mundial que afecta los precios de los commodities. Europa y Rusia están pasando por un mal período. Sobre todo este último país, que aplicó una fuerte devaluación que afectó nuestras exportaciones. Para los sectores del vino, las peras y manzanas estamos aportando fondos para mitigar el impacto negativo. Al mismo tiempo, estamos en pleno análisis de temas estructurales. Los fondos que invertimos son destinados directamente a los pequeños productores. Los próximos aportes serán para los productores de té y cítricos.

–¿Cómo avanza la instrumentación de la Ley de Agricultura familiar?

–Mantuvimos varias reuniones con productores y organizaciones sociales para avanzar en el diseño de la reglamentación. En días quedará listo un borrador para su discusión final. Los recursos que se comprometieron para el sector –1500 millones de pesos– quedarán definidos durante la reglamentación.

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“Dicen que van a un paro para dejar de vender lo que ya no están vendiendo. Son contradictorios”, dice Casamiquela.
Imagen: Joaquin Salguero
 
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