EL PAíS
Un parate legal para el partido del pequeño führer
La Secretaría de Derechos Humanos objetó la legalización del Partido Nuevo Triunfo, del neonazi Alejandro Biondini, por “notorias contradicciones entre su programa y la Constitución Nacional”.
Por Raúl Kollmann
La Secretaría de Derechos Humanos se pronunciaría en contra de otorgarle status legal a la organización neonazi Partido Nuevo Triunfo (PNT). El grupo encabezado por el führer Alejandro Biondini busca así participar de las elecciones, acceder a los espacios gratuitos de televisión y al financiamiento del Estado para sus actividades proselitistas. El juez Rodolfo Canicoba Corral, encargado del caso, le dio ayer vista a la secretaría que encabeza Eduardo Luis Duhalde y, en principio, se advierten “notorias contradicciones entre el programa de ese partido y la Constitución nacional”, según le dijo a Página/12 el jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos, Rodolfo Matarolo.
Por ejemplo, “el PNT se propone terminar con la red homosexual, lo que se opone al Pacto de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, que la Argentina firmó y que es parte, desde 1994, de la Constitución nacional”, explicó el funcionario. Al mismo tiempo, el Centro Simon Wiesenthal estudia pedirle a la Justicia que realice una verdadera verificación de las fichas de adhesiones presentadas por el PNT, ya que hace dos años la otra organización neonazi, el Partido Nuevo Orden Social Patriótico, también presentó firmas, pero fueron obtenidas engañando a los ciudadanos.
El PNT inició su proceso de legalización en 1990 y, tal como lo adelantó en forma exclusiva Página/12, ahora está a un paso de conseguir que se lo considere un partido legal. En los últimos meses, la organización neonazi aceptó presentarse en una versión más light para conseguir su legalización. Por ello entregó un escrito en el que se resigna a no utilizar la cruz esvástica como símbolo partidario y se declaró contrario al racismo y al antisemitismo. Obviamente se trata de un maquillaje por cuanto el PNT celebra todos los 20 de abril el aniversario del nacimiento de Adolf Hitler.
Hace tres años, siendo ministro de Justicia el radical Ricardo Gil Lavedra, hubo una presentación ante el juez señalando que el programa del PNT era abiertamente inconstitucional. Como la organización neonazi aceptó cambiar algunos puntos urticantes y presentó las 4000 fichas de adhesiones, quedó a un paso de convertirse en un partido legal. El fiscal Jorge Di Lello opinó entonces que la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia debía volver a pronunciarse para determinar si los cambios en el programa del PNT son suficientes.
El jefe de Gabinete de la Secretaría sostuvo que el caso se estudiará con detenimiento, pero en principio puso eje en dos puntos del programa del PNT. En el punto número dos, la organización neonazi dice que hará una reforma constitucional y penal para darle mayor envergadura al delito de traición a la Patria, aplicándoles esa figura a todos los que incurran en acciones antiargentinas. “Se trata de una tipificación tan amplia que podría llevar a cualquiera a ser condenado como traidor a la Patria. Por lo tanto es inconstitucional”, señaló Matarolo. “Lo mismo sucede con el punto 29 que habla de combatir la red homosexual. Es un punto discriminatorio y por lo tanto inconstitucional”, redondeó el funcionario. La Secretaría de Derechos Humanos también estudiará la página de Internet del PNT que está plagada de textos y declaraciones discriminatorias contra los extranjeros, los judíos y los homosexuales.
Por su parte, el Centro Wiesenthal, a través de su representante en Latinoamérica, Sergio Widder, y su abogado, Pablo Slominisqui, está evaluando un pedido para que el juez Canicoba Corral estudie con detenimiento las fichas de adhesión que presentó el PNT. El control que se hizo sobre ellas fue exiguo, ya que sólo se tomó una muestra de cien fichas y se compararon las firmas con las que los ciudadanos registraron cuando sacaron el DNI. Sin embargo, en el caso del otro partido neonazi, el PNOSP, cuando presentó las fichas se verificó que la mayoría de lasfirmas se habían conseguido mediante un engaño: en puestos callejeros, se le pedía la firma a la gente para apoyar a los actores en su reclamo de que hubiera más ficción en la televisión o para respaldar un pedido de que se les pague a tiempo a los jubilados o en oposición a la presencia de los travestis en las calles. Ninguno de los ciudadanos que firmaron sabían que estaban dándole su adhesión a un partido, y menos que menos neonazi. El Centro Simon Wiesenthal haría su denuncia y presentación esta misma semana.