“La izquierda no está dividida”, dice Myriam Bregman entre una entrevista televisiva, una visita al Hospital Garrahan y un acto en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Esta abogada de 43 años, miembro del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) se postula para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la alianza trotskista que esa agrupación política concretó en 2011 con el Partido Obrero (PO) e Izquierda Socialista (IS), y rechaza las comparaciones con otras fuerzas menores que también disputan el voto por izquierda. “La estrategia de polarización del PRO resultó exitosa pero es falsa, (Gabriela) Michetti y (Horacio) Rodríguez Larreta son lo mismo dentro del macrismo y el domingo van a festejar todos juntos. Nosotros venimos de dos buenas elecciones en Salta y Mendoza, por eso pedimos que el voto no se disperse, llamamos a concentrar el voto en el FIT porque es la única fuerza de izquierda nacional, algo que ya hemos demostrado con la energía de nuestra militancia, que fue suficiente para frenar a la derecha en la ciudad.”

–Sí, pero para eso es necesario concentrar el voto de izquierda en el FIT porque necesitamos estar en las elecciones generales de julio. Nadie puede plantearse como una alternativa apareciendo unos días antes de la campaña electoral o apelando a acuerdos circunstanciales para buscar rasguñar algún que otro voto más. El FIT, y en particular el PTS, es una fuerza que cuenta con centenares de compañeros y compañeras en los lugares de estudio y de trabajo más importantes de la Ciudad. Durante esta campaña hemos llegado con nuestras ideas, con nuevos compañeros y compañeras, nos acompañan los trabajadores del subte, de las telefónicas, de los talleres textiles, compañeros que sufren la falta de urbanización en las villas, como venimos denunciando en esta campaña, jóvenes y familias de Lugano, docentes, trabajadoras y trabajadores de la salud y estatales.

–Desde el FIT buscamos una ciudad donde los que ganen sean los obreros y empleados, no que se fortalezcan los negocios de Macri y el kirchnerismo. Hemos denunciado la reducción de más de cien millones de pesos del presupuesto que destina el Gobierno de la Ciudad y que es una de las razones del progresivo deterioro de la calidad de atención de los pacientes y de las condiciones laborales de sus trabajadores en los hospitales. Donde mete la mano el PRO se crea un nuevo negocio que perjudica a las mayorías. La ampliación del subte en manos del macrismo se ha transformado en un despilfarro de tiempo y de dinero, el subte debería ser administrado por sus propios trabajadores y los usuarios, que son los que efectivamente saben cuáles son los problemas que genera viajar día a día en esas condiciones, peleando por conseguir un lugarcito en los vagones en las horas pico.

–Por supuesto, tanto que siempre están en nuestras listas, y por eso yo encabezo ahora en la Ciudad, pero no es sólo una cuestión personal sino una consecuencia de luchar por los derechos de género todos los días.