La fórmula porteña y amarilla que buscaba competir por la gobernación de la provincia de Buenos Aires cambió ayer de domicilio y de color. A unas 48 horas de haber anunciado a Cristian Ritondo como compañero de fórmula de María Eugenia Vidal, el PRO decidió bajar al legislador y en cambio darle ese lugar al radical bonaerense Daniel Salvador. Durante un encuentro que mantuvieron Mauricio Macri y Ernesto Sanz ayer, el titular de la UCR le planteó el enojo de su partido por no haberlos consultado y haber completado el binomio exclusivamente con dirigentes del PRO. El jefe de Gobierno porteño cedió ese lugar para mantener la unidad del frente, aunque anoche continuaba la “calentura” entre los radicales por la confección de las listas de legisladores nacionales y provinciales.

“La unidad de Cambiemos está por encima de las personas y las candidaturas. Para cambiar se necesitan gestos de integración”, aseguró ayer Ritondo mediante una carta pública en la que trataba de explicar su declinación. Vidal lo había presentado el martes como su compañero de fórmula y ya habían compartido actividades de campaña. Ritondo se había inscripto como precandidato a jefe de Gobierno en la primaria del PRO, pero finalmente también se bajó antes de que se realizaran las PASO.

Los radicales bonaerenses estallaron al enterarse de esa elección, sobre todo porque el frente había acordado llevar una lista única para la gobernación. Según fuentes de la UCR, Sanz le manifestó a Macri que esa fórmula era “imbancable, capitalina, porteña y amarilla”. El senador radical se llevó finalmente el compromiso de que el vice sería para ellos. En un comunicado, Vidal expresó luego que Ritondo “declina su candidatura por el bien del frente Cambiemos” y afirmó que aunque “no estará en la lista” acompañará “en la campaña como siempre”.

Los radicales barajaron dos opciones para acompañar a la vicejefa de Gobierno porteño. Por un lado el intendente de Chascomús, Juan Gobbi, y por el otro Daniel Salvador, ex titular de la UCR bonaerense.

Salvador reconoció que “hace tiempo se mantienen conversaciones” entre ambos partidos y que “a pesar de que la idea inicial era tener una fórmula del PRO, se evaluó que era más conveniente algo integrado”. El reemplazante de Ritondo destacó el gesto de dar un paso al costado “para que se genere la integración y se realice algo más productivo”.

Con ese tema resuelto, anoche continuaba el conflicto por los cargos legislativos. Los radicales pretendían obtener las tres bancas de diputados nacionales que les toca renovar este año, mientras el PRO sólo les ofrecía dos. Una bien posicionada y otra con chances inciertas de ingresar al Congreso. Además, la lista de legisladores provinciales tenía problemas en la Primera y la Tercera Sección Electoral, donde el radicalismo no conseguía colocar ningún candidato.