Todo indica que el Frente para la Victoria se tomará algunos días hasta resolver qué actitud adoptará de cara al ballottage porteño en el que el destino de los casi 22 puntos obtenidos por el candidato a jefe de Gobierno Mariano Recalde resultarán decisivos. “No vamos a hacer ninguna aventura extraña”, adelantó ayer el ministro de Economía y primer candidato a diputado, Axel Kicillof. De la discusión sobre la decisión seguramente participará la presidenta Cristina Kirchner y, se especulaba, la mayoría de las voces se inclinan por dar libertad de acción a los electores.

“No puedo dar una respuesta tajante, porque todavía no lo hemos charlado como Frente para la Victoria”, respondió Kicillof ayer cuando le preguntaron en una entrevista radial acerca de la actitud que el kirchnerismo adoptaría en la segunda vuelta porteña. El ministro de Economía estuvo el domingo en el bunker en el hotel NH Tango y subió al escenario junto a Recalde. Kicillof se mostró equidistante de las dos opciones porque les pegó tanto a Mauricio Macri como al armado de Martín Lousteau.

Al candidato presidencial del PRO lo acusó de haber “apoyado fervientemente al neoliberalismo desde el golpe de Estado hacia adelante con Carlos Menem y Domingo Cavallo y toda esa troupe”. De Lousteau, dijo que representa un armado “marketinero”. Lo hizo al analizar la actuación en las urnas del Frente para la Victoria. “Hemos crecido, no alcanzó para llegar. Larreta bajó, que era nuestra gran pelea y a Lousteau ya la gente se dará cuenta que representa en este armado marketinero”, agregó el ministro de Economía.

También el análisis del jefe de Gabinete y precandidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, no dio mucho espacio para la simpatía por algunos de los candidatos a la segunda vuelta. “Son dos variantes del macrismo”, insistió sobre Rodríguez Larreta y Lousteau. Respecto de la postura que tomará el Frente para la Victoria advirtió que “es una decisión que deberá tomar nuestro candidato en los próximos días. Hay que dejarlo que tome con tranquilidad la decisión con sus compañeros”, indicó.

Recalde ayer participó de varias reuniones donde se analizó los pros y los contras de cada opción mientras seguían con un ojo el recuento de votos que le otorgaba a la fuerza un legislador porteño extra. En el peronismo porteño imaginaban difícil un apoyo a Lousteau luego de las acusaciones que se hicieron durante la campaña, aunque valoraban algunas de las propuestas diferenciadoras que prometió durante el debate televisivo.