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Mauricio Macri se asomó al territorio bonaerense. Ayer estuvo en la localidad de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza, haciendo campaña junto a su candidata a gobernadora, María Eugenia Vidal. Allí insistió con el discurso del “cambio” “En cada rincón de la Argentina todos los días se suma más gente que quiere el cambio y que está convencida de que podemos vivir mejor”, sostuvo.

Macri y Vidal hicieron un timbreo en barrios de la zona y visitaron las instalaciones de una fábrica textil, acompañados por el primer candidato a diputado nacional del PRO en la provincia de Buenos Aires, Fernando Niembro, y el candidato a intendente de La Matanza, Miguel Saredi.

Más allá de las declaraciones públicas sobre las elecciones en la Capital y Córdoba, y de asegurar que se producirá una derrota del kirchnerismo en las presidenciales de octubre, lo cierto es que en el equipo del PRO están preocupados por la provincia de Buenos Aires, que representa el 40 por ciento del padrón electoral del país, por lo que prácticamente define el resultado de los comicios.

Por eso, más allá de que Horacio Rodríguez Larreta tenga que ir en quince días al ballottage por el Gobierno de la Ciudad, el PRO quiere que Macri salga a achicar la diferencia de votos en favor de Daniel Scioli en el territorio bonaerense. Aunque ayer el timbreo fue protagonizado por el jefe de Gobierno porteño junto a Vidal, la estrategia será sumar en los próximos días a Gabriela Michetti, apostando a que el perfil de la candidata a vicepresidenta logre una mayor llegada entre los votantes del Gran Buenos Aires.

El titular del PRO buscará además instalar la idea de que es posible ganarle las presidenciales al Frente de la Victoria, si se consigue primero ir al ballottage con Scioli. Por eso, luego de los resultados electorales del domingo, salió a remarcar la idea de que al kirchnerismo “no le está funcionando” el recurso de decir que ganan en los principales distritos del país y vaticinó que va a “gobernar el país a partir de diciembre”.

“Cada vez que toco un timbre veo a un ciudadano ya convencido, a uno con la vocación de cambiar”, agregó.

Ayer, el jefe de Gobierno porteño aseguró que “llegó la hora de que seamos nosotros protagonistas de nuestro futuro y de que trabajemos todos juntos con un gobierno cerca de la gente, que escuche, que dialogue, que arme equipos, que rinda cuentas y que, si se equivoca, tenga la humildad de pedir disculpas y corregir”.

Macri apuntó además contra el gobierno nacional y sostuvo que “cuando uno gana la elección no es el dueño del Estado; es solamente alguien que tiene la obligación de responder con servicio público a la confianza del ciudadano que te votó”.