El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, respondió en duros términos el reproche público que le hizo el poeta Juan Gelman por haber dispuesto el archivo de la investigación sobre la desaparición y asesinato de su nuera, María Claudia García Irureta, en ese país durante la dictadura militar. “Hay gente que piensa en el conflicto como forma de vivir, a veces hasta vive de la muerte y a veces hasta lucra con ella”, afirmó el mandatario y dijo también que su gobierno dará al caso de la nuera de Gelman el mismo trato que a todos los demás de su tipo, porque “no consideramos que existan desaparecidos de primera y desaparecidos de segunda”. La oposición y los organismos de derechos humanos uruguayos se solidarizaron con Gelman y cuestionaron la decisión de Batlle de aplicar al hecho la llamada Ley de Caducidad, que consagró la impunidad de los represores en ese país.
Batlle salió a responderle a Gelman a propósito de la crítica que el poeta le hizo por haber vedado la posibilidad de esclarecer el asesinato de su nuera. “Ha cometido hoy un acto de injusticia más ominoso aún que el crimen que encubre. No quisiera estar en sus zapatos. Son los zapatos de un hombre que llega a su estación terminal con la conciencia oscura, la decencia mutilada y la hombría de bien desvanecida. Lo compadezco”, señaló el poeta en una carta pública que le escribió al mandatario por haber tomado esa determinación.
García Irureta fue secuestrada en Buenos Aires en agosto de 1976 con siete meses de embarazo y trasladada a Uruguay. Según se estableció, fue asesinada en ese país después de dar a luz a una hija de la que se apropió un policía. Sus restos nunca fueron entregados a su familia. Su esposo, Marcelo Gelman, hijo del poeta, también fue secuestrado y posteriormente apareció muerto en Buenos Aires.
“El gobierno piensa que ha procedido correctamente y no está en la línea de bajar a la cancha a insultar. Esta en la obligación de cumplir con lo que entiende que es lo que debe hacer”, sostuvo Batlle. En su réplica a Gelman, el presidente de Uruguay –además de manifestar que hay quien “a veces hasta vive de la muerte y a veces hasta lucra con ella”– explicó que “se investigaron todos los casos, incluyendo los de 150 uruguayos desaparecidos en Argentina y no consideramos que existan desaparecidos de primera y desaparecidos de segunda. Son todos de igual importancia”.
La decisión de Batlle de incluir el caso de García Irureta dentro de los alcances de la llamada Ley de Caducidad no hace otra cosa que consagrar la impunidad de sus asesinos. Esa norma fue aprobada en 1986 y cortó de raíz la posibilidad de someter a juicio a los militares y policías implicados en violaciones a los derechos humanos durante la dictadura que hubo en Uruguay entre 1973 y 1985.
Batlle prometió que, si aparecen nuevas informaciones sobre el caso, está dispuesto a seguir investigando. “Estamos siempre abiertos a seguir haciendo las investigaciones y si en el caso de María Claudia García Irureta tenemos nuevas informaciones, vamos a seguir investigando”, sostuvo el mandatario. Claro que a partir de su propia determinación, la eventual investigación no apuntará a castigar a los responsables del asesinato de la nuera de Gelman, sino únicamente a ubicar el lugar donde se halla su cuerpo para entregarlo a sus familiares.
En marzo de 2000, tras una larga investigación, Gelman logró ubicar a su nieta, apropiada al momento de su nacimiento en cautiverio por un policía. El poeta quiere encontrar el cuerpo de su nuera.
Hace diez días, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, viajó a Uruguay y se entrevistó con Batlle, así como con funcionarios y dirigentes de ese país, para pedirles colaboración en ese sentido. “Hemos tenido una entrevista de 45 minutos con el presidente de la República, en la que hemos analizado muy a fondo los temas, en un clima de cordialidad y colaboración”, comentó Duhalde tras su encuentro con Batlle y aseguró que el gobierno uruguayo “nos ha expresado su voluntad de avanzar en este tema, más allá de ésta o aquella medida”.
El caso de la nuera de Gelman también fue tratado por el propio presidente Néstor Kirchner en una reunión que hace un mes mantuvo con Batlle en Uruguay. En esa oportunidad el uruguayo también se comprometió a colaborar en el tema.