Lunes, 23 de noviembre de 2015 | Hoy
EL PAíS › LOS RADICALES ASPIRAN A LUGARES DE IMPORTANCIA EN EL GOBIERNO DE MACRI
La conducción del radicalismo se reunirá esta semana con el presidente electo para definir los lugares que ocuparán. Creen que el Ministerio de Justicia es poco para Ernesto Sanz. También tienen aspiraciones en la provincia.
Por Sebastian Abrevaya
“Que al presidente de la UCR le den el Ministerio de Justicia es una ofensa.” “Nos dijeron tres lugares pero no tenemos nada confirmado.” “El problema no son los cargos, sino que no sabemos qué políticas públicas van a aplicar.” A menos de 20 días de asumir el gobierno, la relación entre los socios de Cambiemos está dominada por la incertidumbre. El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, les hizo saber a sus socios radicales que no les daría definiciones concretas hasta después de la elección de ayer. La única certeza que existía era que Ernesto Sanz ocuparía el Ministerio de Justicia pero los propios radicales buscan un protagonismo mayor y hoy el propio senador mendocino anunciará su rechazo a conducir esa cartera. En paralelo, el último viernes los caciques boina blanca delinearon un borrador de cómo se distribuirían los cargos internos de cara a la renovación de autoridades partidarias y de los bloques legislativos. La presidencia del Comité Nacional quedaría para el chaqueño Angel Rozas, la jefatura de los bloques para el diputado Mario Negri y el senador Luis Naidenoff. Sanz y el tucumano José Cano ocuparían un cargo en el Ejecutivo, todavía a definir. Un destino similar está pensado para Oscar Aguad, el macrista más fervoroso de los radicales. De todas maneras, la ecuación se terminará de resolver esta semana, cuando se reúnan con Macri. Allí también se delineará el destino de Elisa Carrió y de la Coalición Cívica, socio minoritario de la nueva alianza gobernante. Todavía se está discutiendo si se va a conformar un interbloque de Cambiemos en el Congreso o si cada fuerza actuará por su cuenta.
La sociedad entre radicales, macristas y la Coalición Cívica había comenzado con el pie izquierdo allá por marzo, cuando la UCR realizó la Convención de Gualeguaychú, que enterró definitivamente el Frente Amplio Unen. A los pocos días, el jefe de Gobierno porteño y líder del PRO les avisó públicamente que no habría ninguna posibilidad de “cogobierno” y les aclaró que él, como presidente, tomaría las decisiones. “En octubre se competirá y se verá. El que gana va a conducir el gobierno nacional y pedirá o no colaboración. Esos son los términos en los cuales lo hemos planteado”, dijo Macri en aquel momento y remató: “No va a haber un cogobierno, el que gana la primaria gobierna y el que pierde, sugiere”.
Más de seis meses después de aquel roce, la discusión sigue casi en los mismos términos. “La consigna es esto se conversa a partir del mañana. No estamos hablando de negociación, sino de integración. No estamos en un tire y afloje. Estamos en un tema de estar a disposición. El radicalismo tiene mucho para aportar, hace al fortalecimiento del frente”, decía ayer en tono conciliador un hombre cercano a Sanz. Lo cierto es que en el Comité Nacional tienen expectativas de ocupar un lugar de mayor protagonismo que el conversado informalmente con los interlocutores más calificados del PRO: Emilio Monzó, Humberto Schiavoni y Marcos Peña. Como anticipo de lo que viene, los radicales ya tienen el conflictivo armado del gobierno bonaerense. A pesar de contar con la vicegobernación para Daniel Salvador, los cargos que imagina María Eugenia Vidal no contemplan lugares de los denominados “clave”. Ayer, el diputado Ricardo Alfonsín, Miguel Bazze y Salvador estaban reunidos delineando los tres nombres que propondrán para los ministerios de Salud, Medio Ambiente y Producción o Infraestructura. Hoy se reunirán con Vidal y equipo para avanzar en la integración. “Nos vienen forreando desde el primer día. Tanto en lo nacional como en la provincia”, se quejó un operador todoterreno del radicalismo.
A pesar de que el propio Sanz daba por hecho hasta hace unas semanas que encabezaría el ministerio que dejará el 10 de diciembre Julio Alak, en los últimos días dejó trascender que no quiere aceptar ese lugar y podría encabezar un organismo enfocado en la lucha contra la corrupción. El otro nombre que tiene un lugar casi garantizado en la gestión del PRO es el ex candidato a gobernador tucumano. “Cano tiene una muy buena relación con Mauricio. Lo que nos dijeron es que lo quiere tener cerca”, explican en el entorno del diputado nacional. El Ministerio de Salud es la primera alternativa, dado que Cano encabezó la Comisión de Salud del Senado, donde trabajó algunas leyes importantes. Una de ellas fue la Ley de Fertilización Asistida, que su bloque votó a favor mientras que el PRO votó en contra. El otro dirigente radical que podría ocupar un lugar en el gabinete es Aguad. El cordobés es diputado y tiene mandato hasta 2017. Después de perder la pelea por la gobernación, quedó relegado de los lugares de poder en la estructura partidaria tanto provincial como nacional. Sin embargo, su buen vínculo con Macri podría darle un espacio en el gabinete donde refugiarse.
Un hombre que no tiene todavía un lugar asignado es Julio Cobos, el mendocino entró como senador y en un primer momento sonaba como posible presidente de bloque. Tanto cerca de Morales como de Sanz, las dos figuras que hoy mantienen el mando de la estructura partidaria, no ven con buenos ojos esa opción. La alternativa es la presidencia provisional del Senado, aunque al tratarse del tercer cargo en la línea sucesoria el PRO podría poner algún reparo.
“El radicalismo podría aspirar a tener la presidencia de la Cámara. Eso podría hacerlo y es legítimo. Tenemos la primera fuerza. Y le daría a Cambiemos una integración que no le dio la fórmula pura del PRO”, asegura uno de los interlocutores radicales con el macrismo. Sin embargo, reconocen que también es “legítima” la aspiración de Macri de poner en ese lugar a Monzó, un hombre de confianza que tiene además un buen vínculo con sectores del peronismo. Formalmente, el radicalismo tendrá 43 bancas y el PRO 41. En ese contexto, podría reclamar para sí la presidencia de la Cámara. Esa discusión estará ligada a los cargos en el gabinete.
El escenario de la Coalición Cívica es totalmente diferente. Carrió ya avisó que ella no quiere cargos y que continuará como diputada. Otros cuadros de la CC podrían integrarse tanto al gobierno provincial como porteño. Sin embargo, todavía no está definido. “Vamos a esperar que Carrió se reúna con Mauricio”, señalaron.
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