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Después de imponerse en el ballottage, Cambiemos debutó en Diputados con un reclamo al presidente del cuerpo, Julián Domínguez, para que la Cámara no discuta la agenda legislativa del Frente para la Victoria en lo que queda del año parlamentario y la prórroga de las sesiones ordinarias hasta el recambio presidencial. Desde la bancada del kirchnerismo ratificaron la convocatoria a la sesión de este jueves –en la que se debatiría la recreación de Yacimientos Carboníferos Fiscales y la participación en las ganancias empresarias de los trabajadores telefónicos y televisión, que obtendrían media sanción, entre otros temas–. “Hasta el 9 de diciembre gobernamos nosotros”, afirmaron desde el FpV a Página/12. Será una nueva disputa legislativa entre FpV y el todavía arco opositor en medio de la transición parlamentaria, en la que Cambiemos acordó que las fuerzas que integran la alianza que se convertirá en Gobierno actuarán en interbloque en ambas cámaras del Congreso y no como una bancada única del oficialismo.

La todavía oposición parlamentaria buscó hacer prevalecer el resultado electoral y bajarle la persiana a la gestión del FpV en el Congreso. Con una carta, los diputados alineados en Cambiemos, con apoyo del massismo, solicitaron una reunión a Domínguez para hoy, e insistieron en “la necesidad de llevar adelante una transición ordenada y responsable”. Allí, los legisladores expresaron “lo inconveniente que resultaría proseguir con una agenda parlamentaria durante tan pocos días si la misma no está vinculada estrictamente a la transición del cambio de gobierno, con todo lo que ello significa”.

“Estamos en presencia de un cambio sustancial que no solo significa un recambio parcial de esta Cámara, sino el inicio de un nuevo gobierno que expresa un signo político distinto del actual”, dice la misiva que firmaron los jefes de los bloques que integran Cambiemos, Patricia Bullrich (PRO), Mario Negri (UCR) y Fernando Sánchez (CC), y a la que se sumó Graciela Camaño, en nombre del Frente Renovador.

Todos ellos compartieron un encuentro con Domínguez –continuaría hoy–, donde evaluaron el proceso de transición. De todas maneras, en el FpV confirmaron a Página/12 que sigue en pie la convocatoria a sesionar para el jueves con los proyectos en los que ya venía trabajando la Cámara con la agenda del oficialismo. “Nosotros gobernamos hasta el 9 de diciembre”, insistieron ante este diario, sin olvidar que el arco opositor intentó frenar a lo largo del año cualquier iniciativa del Gobierno en el Parlamento.

La lista de iniciativas a tratar incluye el proyecto que envió el Ejecutivo para recrear Yacimientos Carboníferos Fiscales y avanzar con los proyectos impulsados por el diputado Héctor Recalde, para transformar en ley el derecho constitucional de la participación de los trabajadores en las ganancias que las empresas obtienen a lo largo de un año, que en este caso beneficiaría a trabajadores de la compañías telefónicas privatizadas y de las empresas televisivas.

La negativa a continuar con la actual agenda legislativa del FpV fue la única decisión que difundieron desde los referentes parlamentarios de Cambiemos, en un día en que se sucedieron las reuniones de los integrantes de la alianza para acordar su funcionamiento. En Diputados ya se definió que el PRO, la UCR y la CC funcionarán como interbloque y no como una sola bancada oficialista, que pasaría a presidir el armador político del macrismo y diputado electo por la provincia de Buenos Aires, Emilio Monzó. Bullrich (PRO), Negri (UCR) y Sánchez (CC) continuarían al frente de sus respectivos bloques.

En el Senado, Cambiemos seguiría la misma estrategia, aunque allí los tiempos son diferentes y el radicalismo todavía debate su propio armado ante el estupor que provocó la prematura renuncia de Ernesto Sanz a la conducción partidaria y a la posibilidad de ocupar un ministerio: allí se discute desde la sucesión al frente del Comité Nacional de la UCR (para el que se postulan el chaqueño Angel Rozas y el mendocino Julio Cobos), la posibilidad de aportar al equipo del nuevo gobierno, los espacios institucionales de la Cámara alta y la conducción del bloque.