La falta de definiciones por parte de Mauricio Macri y la necesidad, por otra parte, de hacer efectivas las ganancias acumuladas en las últimas semanas por parte de quienes apostaron a un cambio de signo político en el ballottage, explicó en buena medida la caída de ayer en acciones y bonos locales. Los papeles de empresas líderes se retrajeron, en promedio, 5,1 por ciento, liderados por rojos operativos de bancos y energéticas. La más afectada en la ola de ventas fue Pampa Energía, con una caída de 13,6 por ciento. La excepción fue la constructora propiedad de Nicolás Caputo, con vínculos personales con Macri y principal beneficiario de la obra pública en la Ciudad de Buenos Aires durante su administración, cuya acción ganó 8,2 por ciento. En el caso de los títulos públicos, también impactó la venta de bonos en dólares por parte de los bancos para adecuarse a la normativa del Banco Central, que estableció nuevos topes para sus tenencias de activos nominados en moneda extranjera y en divisas físicas. Estas ventas repercutieron en una baja en las operaciones bursátiles para dolarizar cartera. El contado con liquidación retrocedió 33 centavos a 14,53 pesos y el dólar Bolsa perdió 49 centavos a 14,03. El precio de dólar blue subió 12 centavos hasta los 15,19 pesos, mientras que la cotización oficial cerró a 9,69 pesos, con una suba de un centavo.

Tras el resultado del ballottage, que coronó como presidente a Macri y a una gerencia pública con tinte neoliberal, los inversores comenzaron a buscar precisiones de medidas que representaran un guiño a sus intereses. “Seguimos esperando que defina qué va a hacer con el tema de los fondos buitre y con el tipo de cambio para que haya motivos de nuevas alzas”, se sinceró el directivo de un banco de inversiones que supo afianzarse entre líderes durante el kirchnerismo, con respecto a lo que ahora esperan del presidente electo. La escasa diferencia en el ballottage tampoco suena alentadora para los hombres de negocios, quienes pretenden que no haya resistencia a un cambio de rumbo hacia una economía desregulada.

Desde las elecciones generales, los hombres de negocios habían empezado a descontar la posibilidad de que el espacio Cambiemos ganara la segunda vuelta. Pero las apuestas eran más optimistas respecto del resultado que se esperaba que obtuviera la alianza encabezada por Mauricio Macri. Esto se vio reflejado a lo largo de las cuatro semanas que hubo entre ambas instancias electorales. Los bancos habían acumulado alzas de hasta 60 por ciento, los molinos –a la espera de una devaluación– llegaron a duplicar su capitalización bursátil. Lo mismo sucedió con las energéticas, con subas de más de 110 por ciento, ante la expectativa de un fuerte incremento en sus tarifas. Fuera de esta segmentación sectorial, se destaca el comportamiento de la constructora Caputo, que había sumado una ganancia, desde el 22 de octubre último, de 174 por ciento, por la perspectiva de accesibilidad de la empresa a nuevos contratos no sólo ya en la Ciudad, sino extendida a la posibilidad de participar en obras en territorio bonaerense (también ganada por candidatos de Cambiemos).

Las acciones de los sectores que más ganaron en dicho período fueron las que más cayeron en la jornada de ayer. Las acciones del Banco Francés sufrieron un descenso del 8,6 por ciento, seguidas por el Grupo Financiero Galicia (-7,7), Banco Macro (-6,5), Comercial del Plata (-6,2) e YPF (-4,6). Las bajas estuvieron en sintonía con los retrocesos en los ADR de empresas argentina en Wall Street, las cuales llegaron a perder un 7,7 por ciento.

Entre los títulos públicos se registró un leve incremento en la oferta de series nominadas en dólares. El sábado pasado, el Banco Central comunicó que las entidades deberán reducir el límite máximo de la posición general de cambios, que incluye los activos externos de las mismas del 20 por ciento actual de la responsabilidad patrimonial computable hasta el 15 por ciento el 30 de noviembre próximo. Si bien la cámara que agrupa a bancos privados nacionales (Adeba) anunció que irá a la Justicia para frenar la aplicación de la medida, hubo entidades que vendieron bonos en dólares. El impacto fue una caída en los precios de esos activos: el Bonar 2017 bajó 2,1 por ciento, el Discount un 1,3 por ciento y el Bonar 2024 lo hizo 0,9 por ciento.

La medida del Banco Central apunta a dar liquidez al mercado de cambios y a bajar los tipos de cambio implícitos en la operatoria bursátil para pasar pesos a dólares, que cayeron hasta casi medio peso. Esa liquidez permitiría compensar la retención de la liquidación de los exportadores de granos. La semana pasada ingresaron apenas 108,7 millones de dólares, según informaron las propias cámaras que agrupan a las firmas aceiteras y cerealeras, lo que representa un 72 por ciento por debajo de la misma semana del año pasado.

El aumento de la oferta de activos en dólares en el mercado, a partir del ajuste patrimonial de los bancos a las nuevas normas, le posibilitó a la autoridad monetaria reducir la venta de dólares en el mercado mayorista. El organismo vendió unos 90 millones de dólares y las reservas bajaron en 29 millones, para ubicarse en 25.804 millones de dólares. A la espera de una definición sobre las nuevas reglas del mercado cambiario, el precio en el mercado ilegal inició la jornada a la baja pero luego recuperó posiciones. cerrando en alza (12 centavos, a 15,19). Una eventual unificación de los tipos de cambio llevaría a una suba inmediata de la cotización, previa a cualquier reacomodamiento.