Desde San Salvador de Jujuy

Centenares de acampantes que desde diciembre están instalados frente a la gobernación de Jujuy dejaron por un rato “la carpeada”. No se fueron a sus casas, sino que volvieron a ocupar las calles que rodean la céntrica Plaza Belgrano. Bajo el ardiente sol jujeño dieron varias vueltas con cánticos de reclamo por la liberación de dirigente social de la Tupac Amaru y diputada del Parlasur, Milagro Sala, encarcelada en un penal para mujeres por la denuncia del gobernador radical de Cambiemos, Gerardo Morales, tras encabezar el acampe para reclamar por la continuidad de miles de puestos de trabajo de los cooperativistas jujeños. “Todas las rutas de Jujuy están cortadas y hay cortes en todo el país pidiendo por la libertad de la Flaca. Milagro hoy es una presa política a disposición del Poder Ejecutivo provincial”, remarcaban a esa hora los organizadores de la jornada nacional de lucha en respaldo de Sala. “No nos vamos nada, que liberen a la Flaca”, respondieron los cooperativistas.

Eran las once de la mañana y los cortes se multiplicaban en las principales rutas de Palpalá, San Pedro, Perico, El Carmen, San Pedro, Libertador, Humahuaca y La Quiaca. También empezaban a hacerse sentir en todo el territorio nacional. En la capital jujeña, el piquete fue policial: cortaron todas las calles de acceso a la Casa de Gobierno provincial, donde unos 200 efectivos de la Guardia de Infantería y la Policía Montada la custodiaban pertrechados con escudos y palos.

Prisionera

Pasado el mediodía y en el medio de una jornada nacional de protesta por la liberación de la líder de la Tupac Amaru, la fiscal de la causa Liliana Fernández Montiel comunicó que se tomará el máximo tiempo legal –contando sólo los días hábiles– y postergó hasta la mañana del martes próximo el plazo (que vencía ayer) para expedirse sobre el pedido de excarcelación solicitado por la defensa de Sala. La fiscal debe definir si comparte el pedido de la defensa o respalda la denuncia del gobernador contra Sala por el supuesto delito de “instigación a cometer delitos y tumulto” por reclamar en la vía pública una reunión con el mismo Morales para buscar garantizar las fuentes de trabajo de miles de cooperativistas. Recién a partir de entonces, el juez Gastón Mercau también contará con un máximo de otros cinco días hábiles para emitir su fallo. La resolución judicial se podría posponer, por lo tanto, por más de una semana. La dirigente de la Tupac lleva ya siete días detenida y ahora está alojada en una prisión para mujeres en el barrio Alto Comedero en las afueras de la ciudad de San Salvador.

Jornada jujeña

La tensión se palpaba por la mañana. La Red de Organizaciones Sociales y la Tupac hacían sentir su protesta con cortes de rutas en todo el interior provincial.

El bloqueo de la ruta 34 cortaba el acceso a la ciudad de Palpalá y uno de los tres cortes en San Pedro interrumpía el puente a La Mendieta. Los piquetes se extendían sobre las rutas 42 y 47 en El Carmen y Monterrico, en Perico y hacia el norte en la ruta 9 a la altura de Humahuaca y La Quiaca. En Libertador el corte era sobre el puente San Lorenzo.

En San Salvador centenares de cooperativistas repitieron a lo largo de toda la jornada de lucha las rondas a la Plaza Belgrano. Con remeras y pecheras de la Tupac, ATE y otras organizaciones sociales y políticas, una banda musical de vientos y parlantes, los manifestantes demostraban con sus potentes y críticos cánticos que su ánimo no decaía.

“Cuantas veces caí preso y cuantas veces lloré por vos/ yo a la Flaca la quiero/ la llevo en el corazón”. “Che Morales te lo digo así nomás/ si no liberan a la Flaca qué quilombo se va a armar”. Eran sólo algunos de ellos. Entonces, los sombreros, paraguas y las propias pancartas construidas durante el acampe no alcanzaban para cubrirse del sol abrasador ni tampoco el agua que los acampantes repartían para tratar de saciar la sed que desataban los más de 40 grados.

Casi como un rito, tras varias vueltas a la plaza los manifestantes se paraban en la gobernación y desde los parlantes se comunicaba sobre el desarrollo de la jornada de lucha por “la liberación de Milagro”. Los cantos volvían a comenzar. “En esta casa hay un banda de delincuentes/ que venden todo a bajo precio y ahora me quieren meter preso”.

Desde la Tupac y la Red de Organizaciones Sociales, decidieron no realizar cortes de rutas sobre la capital jujeña, donde toda la policía provincial está movilizada y militarizada, para evitar incidentes. En cambio, decidió concentrar fuerzas en el acampe que ya lleva 39 días. Allí, el piquete fue policial. A pesar que las calles que rodeaban la plaza seguían habilitadas, la policía había vallado desde muy temprano las calles que bordean la manzana que abarca la Casa de Gobierno provincial y sus jardines enrejados. Dentro, unos doscientos policías de la Guardia de Infantería y de la montada, pertrechados con escudos y palos, posaban en estado amenazante de alerta.

Al caer la tarde, los cortes en el interior ya se habían levantado sin incidentes. La tórrida y agobiante jornada derritió la tensión mañanera y la vigilia policial pareció distenderse. El vallado sobre la Gobernación, que se había extendido algunas cuadras, volvió a circunscribirse a la Casa de Gobierno y se reabrieron algunas calles. La infantería policial trocó gorras con visera por los cascos que se apilaron a un costado, y solo mantenían cerca sus escudos y palos. Decenas de policías se repartían en grupos bajo los árboles fuera y dentro del jardín de la Gobernación, donde los caballos de la montada pastaban todavía con sus monturas puestas.

En la plaza, grupos de acampantes se apiñaban frente a los plasmas que tiene la “carpeada” para seguir las repercusiones porteñas de la jornada nacional de protesta. Algunos tomaban mates y otros comenzaban a preparar la cena. El lunes habrá un balance nacional de la jornada de cortes y movilizaciones. De no resolverse la liberación de Milagro Sala se endurecerían las medidas de protesta.