“No hay ninguna ilegalidad, tiene un monto simbólico”, lanzó la vicepresidenta Gabriela Michetti para justificar la aparición estelar de su jefe Mauricio Macri en los Panama Papers como directivo en una empresa radicada en el paraíso fiscal de Bahamas. En un programa de TV, la funcionaria contó que conversó con el presidente y que éste le aseguró que Fleg Trading fue “una sociedad armada por las dudas, por si se establecía como posibles capitales en el área de la construcción o economía real, no de lo financiero”. Michetti no mostró matices: “Yo le creo perfectamente. No tenía que declararlo, era director, no tenía activos, no tenía ganancias”, aseveró.

Pero la vicepresidenta no fue la única funcionaria en intentar una justificación para el accionar de Macri. El titular de la AFIP, Alberto Abad, buscó eximir al mandatario al señalar que “no está obligado a presentar declaración jurada ni informativa sobre la offshore”. Sin esperar ni reclamar que Macri acredite fehacientemente sus afirmaciones, el contador consideró que el presidente no debía declarar ya que no corresponde hacerlo a “una persona física residente en el país que no sea accionista de una sociedad constituida en el extranjero y que integrando el Directorio de la misma no perciba ingresos bajo ningún concepto”. Sin embargo, hasta ahora solo se conocieron declaraciones oficiales de la Casa Rosada y Macri, pero ningún documento.

“No creo que impacte de ninguna forma negativa en el espacio que Argentina está intentando recuperar en el mundo. En todo caso, esto sólo refuerza la convicción de transparencia”, consideró la ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra. De todos modos, al finalizar un encuentro con su par español en el Palacio San Martín, la funcionaria enfatizó que “es una cuestión del Presidente en un período anterior y en su rol privado”.