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Los despedidos de la Anses sumaron nuevos respaldos en reclamo por su reincorporación. Ayer marcharon hasta la sede central del organismo, en la avenida Córdoba, acompañados por dirigentes sindicales y políticos, que volvieron a denunciar que los 160 trabajadores –ex jefes de oficinas de atención al público en todo el país– fueron echados por sus ideas políticas. Desde la Iglesia Católica, el obispo de San Justo, Eduardo García, les dio su apoyo: “Una sociedad madura debe manejar con racionalidad, equidad y justicia las razones para el desempleo de alguno de sus miembros”, advirtió. En Avellaneda hicieron dos misas en simultáneo por los cesanteados.

El obispo manifestó su postura mediante una carta. “El papa Francisco nos dice que ‘sin trabajo, la dignidad del hombre está herida’”, citó en su apertura. El representante de la Iglesia católica criticó además el carácter persecutorio de los despedidos. “Me uno a la petición de estos hermanos por su fuente de trabajo vulnerada. Siempre va a haber diferencias. En las diferencias debemos crecer; sin capacidad de aceptación de la diversidad de pensamiento y de opciones nunca creceremos como la sociedad plural que decimos ser”, señaló.

Junto con la difusión de este mensaje, dos sacerdotes celebraron misas por los despedidos. El padre de la parroquia de la Isla Maciel, Francisco Olivera, y su par Marcelo Quintana, asesor general de la Acción Católica Argentina de Avellaneda, encabezaron los oficios frente a las puertas de las Unidades de Acción Integral (UDAI) de Anses en Wilde y el centro de Avellaneda.

“Cuando me echaron me dijeron que era porque ‘venía de la política’”, contó allí el ex jefe de la UDAI Wilde, Juan Torreiro, cesanteado después de haber cumplido funciones durante 16 años en el organismo. “Fui despedido por una aberrante persecución política”, definió.

La marcha a la sede de la Anses fue organizada por el Secafpi (Sindicato de Empleados de la Ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria). Reunió a unos mil trabajadores; estuvieron también los diputados bonaerenses del FpV Miguel Funes y Laure Grande, el legislador porteño Javier Andrade, el concejal Hérnan Letcher y el secretario gremial de ATE Capital, Luciano Fernández, entre otros.

El sindicato elevó un petitorio al director del organismo, Emilio Basavilbaso. “Venimos a pedirle que acaben con la animosidad de despedir trabajadores. Creemos firmemente que la cuestión ideológica no puede ser determinante para e despido de cualquier compañero”, indicaron en el texto.

Los despedidos estaban a cargo de la Unidades de Atención Integral (UDAI) que se ocupan de la atención al público. Habían sido desafectados de sus cargos en enero, pero seguían trabajando como empleados, hasta que el martes pasado los despidideron sin causa.