Sin la contundencia de las CTA, que esta misma semana se movilizaron a Plaza de Mayo contra las políticas de Mauricio Macri y su veto a la ley antidespidos, los dirigentes de las CGT cuestionaron al Gobierno. La crítica más fuerte la plantearon 18 gremios, encabezados por la Asociación Bancaria, que propusieron realizar un paro general.

“Es un horror lo que la gente tiene que pagar por el aumento de los servicios”, se quejó Hugo Moyano. El canillita Omar Plaini le reclamó al Gobierno “mayor sensibilidad por la ola de despidos que se están produciendo en el país”. Juan Carlos Schmid señaló que afirmó que Macri debe “adoptar inmediatas medidas de reactivación” y también “un plan antiinflacionario”. Además consideró que “es preciso cuestionar la apertura comercial y exigir una referencia clara sobre la política de importaciones, porque su ausencia será el suicidio de la industria nacional y generará más desempleo”.

Los bancarios liderados por Sergio Palazzo, que anteayer marcharon junto con las CTA a la Plaza de Mayo, presentaron un documento con otros 17 sindicatos, en el que plantearon realizar un paro general. Argumentaron que “la situación económica es difícil” y que los trabajadores enfrentan “la ofensiva de un proyecto de país que no los contempla como beneficiarios”, por lo que es necesaria la “unidad del movimiento sindical para responder a los avasallamientos que sufren”. Advirtieron que hay “un plan orientado a afianzar los privilegios de un sector minoritario” y que “la apertura indiscriminada de importaciones implica desprotección de la industria nacional, desamparo para pequeñas y medianas empresas e inminente riesgo para decenas de miles de puestos de trabajo. La brutal devaluación y remarcación de precios, los tarifazos y el condicionamiento impuesto a la recomposición salarial asestan un duro golpe al mercado interno, reinstalando un perverso círculo destructivo que hace prever creciente desocupación y desamparo”.