EL PAíS
El otro amigo uruguayo de Oliver North que defiende el Plan Cóndor
Ricardo Domínguez es dueño de una agencia de seguridad uruguaya. Se verá próximamente con el ex militar norteamericano, que está en Uruguay, para hablar de negocios. Domínguez es un represor que defiende el terrorismo de Estado. El Plan Cóndor y el Mercosur.
Por Felipe Yapur
Oliver North es un hombre inquieto. El lunes partió hacia el Uruguay –retornará a la Argentina durante el fin de semana– para encontrarse con un posible socio en sus negocios de la seguridad privada. El hombre que coordinó la represión centroamericana se reunirá con Ricardo Domínguez, el propietario de la agencia de seguridad donde reporta Julio “Tío Lucas” Poblete Cortez. Domínguez, un ex integrante de los servicios de inteligencia de la policía uruguaya durante la dictadura militar, aceptó hablar con Página/12. Sin dudarlo, defendió todo lo sucedido en aquella época y consideró –entre otras– que el Plan Cóndor “formó parte de un proceso de integración latinoamericana como sucede ahora con el Mercosur, pero para defendernos de la agresión marxista”.
Domínguez es una típico representante de los protagonistas escondidos de la dictadura militar uruguaya. Se formó al calor del gobierno de Jorge Pacheco Areco, que generó el terreno para lo que luego se conoció como la “bordaberryzación” de aquel país. En esa época se acercó al Partido Colorado y militó en un sector de extrema derecha que se conoció como la Unión Colorada y Batllista (UCB), donde a su vez Domínguez lideraba el grupo Acción Nacional Batllista (ANB). Organización con la que, según destacó el matutino montevideano La República en su edición de ayer, el experto en inteligencia se dedicó a realizar pintadas callejeras a favor de la libertad del genocida chileno Augusto Pinochet cuando éste permanecía detenido en Inglaterra. Asegura ser “muy amigo” del actual presidente uruguayo, Jorge Batlle, y del ex mandatario Julio Sanguinetti.
Durante la dictadura, Domínguez se incorporó a la Dirección Nacional de Inteligencia donde prestó –como él lo reconoció– “un servicio a la patria”. Allí conoció al que ahora es su más estrecho colaborador en su agencia de seguridad, Poblete Cortez, y también al coronel retirado José “Nino” Gavazzo. Como “Tío Lucas”, Domínguez reivindica la actuación del “camarada de armas” Gavazzo durante la dictadura: “Es verdad que él viajó a la Argentina para retirar a prisioneros uruguayos de (el centro clandestino de detención) Automotores Orletti”. Sin ningún tipo de pruritos, Domínguez respondió telefónicamente a todas las preguntas de este diario desde la oficina que tiene en Montevideo.
–El diario La República anunció su encuentro con el coronel North. ¿Será su socio en temas de seguridad?
–No lo puedo afirmar de manera tajante, pero estamos en eso. Quiero mejorar la prestación de mis servicios, sobre todo porque acá como en la Argentina han comenzado a producirse secuestros. Además, North, en materia de seguridad, es un especialista. Le quiero aclarar que mi interés es puramente comercial y el primer contacto lo realizó un colaborador mío (Poblete Cortez), quien se reunió con él en Buenos Aires.
–Usted es un hombre que participó de la dictadura, tiene bajo su mando a gente de esa época y ahora quiere hacer negocios con un hombre como North que también tiene su pasado en estos temas. Hay demasiadas coincidencias como para dudar.
–No, no, no. Acá, a pesar de lo que se dice, no hay nada político. Es verdad que yo tengo relaciones con mis camaradas pero, bueno, los hinchas de Boca también son amigos entre ellos.
–Está bien, pero estamos hablando de gente como Nino Gavazzo.
–El es una excelente persona que fue uno de los que impidió que la izquierda se hiciera del poder. Acá, en este país, hay mucha gente mal agradecida como el senador Rafael Michelini, hijo de Zelmar Michelini, que a pesar de que Nino le salvó una hermana, se la pasa hablando mal.
–Pero Gavazzo no es cualquiera, es uno de los responsables del Plan Cóndor.
–Ese plan funcionó en el marco de la integración latinoamericana, algo así como el Mercosur, que sirvió para defendernos de la agresión marxista. Pero luego los Estados Unidos se dieron vuelta y para protegerse ellos nos dejaron solos. Así como traicionaron a Oliver North lo mismo hicieron con Osama bin Laden. De los Estados Unidos no se puede esperar nada. Lo que nosotros hicimos fue un trabajo profesional al servicio del Estado. Acá no se mató ni se torturó.
–Su colaborador Poblete Cortez y el ex agente de la CIA John Battaglia no dicen lo mismo (ver aparte). Afirmaron que todo eso existió, incluso relataron los vuelos de la muerte.
–Mire, nosotros cumplimos una misión que era defendernos del ataque que coordinaban Fidel Castro y la ex Unión Soviética.
–¿Y cuál fue su rol durante la dictadura?
–Cumplí tareas relacionada a la inteligencia. No participé de ninguna operación. Esto fue lo que me permitió adquirir experiencia y que hoy la vuelco en mi trabajo. No digo que me empresa es la primera en su ramo, pero brindamos un buen servicio porque somos especialistas.
–Experiencia que quiere ampliar con una asociación con North.
–Claro. El negocio de la seguridad ha recuperado terreno. Este señor nos puede abrir muchas puertas por la calidad de los servicios que prestamos tanto a particulares como al Estado, para quien realizamos la tarea de cobro a morosos.
Todo indica que Domínguez se encontrará con North mañana en Punta del Este. Si todo va bien, el coronel norteamericano retornará a Buenos Aires el fin de semana para continuar con “su deseo de invertir en el país”. Una tarea que, según trascendió, está siendo observada con particular atención por funcionarios del gobierno de Néstor Kirchner.