“Gaby funciona así, funciona de esa manera, es un tema de informalidad”, dijo Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, como para excusar a la vicepresidenta Gabriela Michetti frente a la causa judicial por el origen de la plata robada de su casa el año pasado, parte de la cual según ella eran donaciones para la cena anual de la Fundación SUMA, que preside. “Hubiera sido razonable juntarla en otro lado, tenerla en la fundación, por ejemplo”, sostuvo el senador. Pinedo es una de las veintidós personas que el juez federal Ariel Lijo citó ayer a declarar como testigos. Es porque Michetti los incluyó en una lista de aportantes que entregó al juzgado, compuesta por funcionarios y allegados al PRO.

La vicepresidenta pidió que se cite a esas personas que, según su versión, aportaron plata para SUMA, porque quiere justificar que los cerca de 200 mil pesos (189.500 precisó que son) que desaparecieron de su casa el 22 de noviembre del año pasado, el mismo día del ballottage presidencial, son de origen lícito y explicable. La mayoría de los donantes son orgánicos del macrismo o cercanos a la funcionaria. Dice que le entregaron sumas que van de los 2500 a los 15 mil pesos cada uno para la organización de la cena anual, que es el principal momento de recaudación. Están convocados, y deben declarar bajo juramento, el ministro de Modernización, Andrés Ibarra; el responsable de los Medios Públicos, Hernán Lombardi; el secretario de obras Públicas, Daniel Chain; la subsecretaria de Obra Pública Federal, Marina Klemensiewitz; el embajador en Uruguay, Guillermo Montenegro.

El dinero lo recolectaron, dice, personas de su confianza, Santiago Riobó –asistente de su despacho, también citado–, su hermana Silvina y Pinedo, todo fue entregado a Juan Tonelli, su novio, que se lo llevó a la casa. Otros testigos citados son: Francisco Irrazabal (director de DXTV), Gabriela Ricardes (secretaria de contenidos del Sistema Federal de Medios Públicos), Alejandra Illia (secretaria privada), María Conte Grand (esposa de Luis Majul y también secretaria de Michetti), Fernando Subirats (gerente periodístico de Radio Nacional) y José Ignacio Amaya (director general de Relaciones internacionales del Senado), entre otros. Fueron citados dos contadores de Michetti, que ella dice que pueden explicar la inclusión en su declaración jurada de 50 mil dólares que recibió prestados de su novio para una maestría de su hijo, y que también fueron robados. Y fue citado el arquitecto que le estaba haciendo las refacciones, a las que dice que estaban destinados otros 40 mil pesos, que también le robaron.

En el descargo donde pidió todos esos testimonios, la vicepresidenta insistió en que la plata se recaudó en efectivo para organizar la cena anual y que les darían recibos a todos y luego sería bancarizada. El abogado denunciante, Leonardo Martínez Herrero, insistió en que “las donaciones deben estar bancarizadas desde el vamos, esa es una de las irregularidades con las que vengo insistiendo. Además cada aportante debe registrar y justificar lo que dona”. Las testimoniales, que se hacen bajo juramento, comienzan el martes próximo.