Los principales referentes parlamentarios de Cambiemos y de la oposición se trenzaron ayer en una fuerte polémica respecto de la reforma política que la próxima semana comenzará su tratamiento en el Senado. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, acusó al Frente Renovador de “querer mantener el fraude electoral”, en base a versiones periodísticas que indicaban un supuesto acuerdo entre el massismo, el Bloque Justicialista y el PJ para eliminar el chip de la Boleta Única Electrónica, que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados. La respuesta llegó de la diputada Graciela Camaño, quien la acusó a Carrió de mentir, ya que su bloque acompañó el proyecto del Poder Ejecutivo. Por su parte, el jefe de la bancada de Diputados del PRO, Nicolás Massot, dijo que no había sido notificado de ningún cambio de postura por parte del Frente Renovador o el Bloque Justicialista. Massot deslizó que el modelo de boleta propuesto por el oficialismo “no necesariamente tiene que tener un chip” y que podría contener otro formato electrónico “por ejemplo un código de barras” para permitir el escrutinio electrónico.

Las versiones difundidas por el grupo Clarín sobre un presunto pacto entre el peronismo, el massismo y el bloque que lidera Diego Bossio desataron un fuerte enfrentamiento. “La eliminación del chip por parte del massismo y del PJ es querer mantener el fraude electoral; así nos hicieron en el 2007”, disparó Carrió, una de la principales socias de Cambiemos a través de su cuenta en Twitter. “¿Por qué MENTÍS @elisacarrio? Mientras estabas enferma el bloque de Massa votó la ley y boleta con chip”, le replicó Camaño por la misma red social. La jefa del bloque massista le recomendó a la chaqueña que “en lugar de los diarios que lea el diario de sesiones, así se enterará cómo voto cada fuerza”.

Por su parte, el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, defendió el uso del chip al asegurar que “va a dar exactitud en el resultado y va a evitar que gane el más fuerte en las mesas de votación”.