Considerando la aplicación de los nuevos cuadros tarifarios de gas y de electricidad de 2016, se estima que el 34 por ciento de los hogares de la región metropolitana padece pobreza energética. La pobreza energética es una dimensión específica de la pobreza, en la cual los hogares presentan severas dificultades para hacer frente a los gastos energéticos, explica un trabajo divulgado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). En este marco, propone una canasta energética mínima que se ajusta según el tipo de hogar y características propias de la vivienda, como el acceso a la red de gas natural y a la red de agua potable. Los hogares se consideran “pobres energéticos” si la proporción del ingreso disponible que deben destinar para satisfacer los requerimientos de la canasta energética supera el 10 por ciento.

Según los cálculos de CEPA, más de un 40 por ciento de los menores de 18 años de CABA y el conurbano es pobre energético, y en el caso de los menores de cinco años la proporción se eleva al 42 por ciento. Luego de un largo período donde el acceso a la energía estuvo fuertemente subsidiado en prácticamente todo el país, es lógico que no exista una tradición en torno al estudio de la pobreza energética, indica el estudio. Sin embargo, tras dos tarifazos, en el gas y la electricidad, y las revisiones tarifarias aún en marcha, “numerosas familias experimentan o experimentarán en breve grandes dificultades para hacer frente a los gastos de energía” advierte el trabajo del mencionado centro de estudios.