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A una semana de su probable tratamiento en la Cámara de Senadores, miles de integrantes de agrupaciones piqueteras marcharon ayer en contra del proyecto de reforma laboral que impulsa el Gobierno. El Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) y el MST Teresa Vive levantaron la huelga que llevaba seis días en el hall del Ministerio de Trabajo y se unieron al Bloque Piquetero Nacional para caminar hasta el Congreso. Una delegación de desocupados entregó a la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta y al presidente de Diputados, Eduardo Camaño, un proyecto de ley laboral “a favor de los obreros y no de la patronal”.
Esta vez el Congreso fue el destino y no el punto de partida de la movilización. El Obelisco estuvo rodeado de miles de piqueteros hasta que, apenas llegó la delegación proveniente de Trabajo, comenzaron su marcha por el carril del medio de la ancha 9 de Julio. Los dirigentes que encabezaban la columna llevaban bajo el brazo una copia del proyecto que entregaron más tarde en ambas cámaras. Las agrupaciones no sólo se manifestaron para pedir la impugnación del proyecto oficial. También reclamaron los 252 mil planes sociales dados de baja. “No podemos permitir que por los acuerdos con el FMI dejen sin comer a miles de familias y que además sigan aplicando leyes flexibilizadoras”, dijo Gustavo Giménez, coordinador nacional del Teresa Vive.
Cuando llegaron a la Plaza del Congreso, los líderes anunciaron que hoy por la tarde 22 organizaciones sociales darán detalles sobre el lanzamiento de un “fuerte plan de lucha” con cortes de ruta y movilizaciones en todo el país, para denunciar la “cerrazón y la hipocresía del gobierno”. Minutos después se dirigieron a la puerta del edificio sobre Hipólito Yrigoyen, donde los esperaba la senadora del Frepaso Diana Conti, miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta.
El proyecto alternativo de reforma laboral que presentaron los piqueteros ante los senadores plantea en su primer artículo la anulación, a diferencia de la derogación que impulsa el Gobierno, de toda la legislación “de precarización laboral de los últimos 25 años”. El líder del Polo Obrero, Néstor Pitrola, explicó que la propuesta “exige un salario mínimo, está en contra del régimen de las AFJP, prohíbe despidos por tres años y pide que en ese tiempo se establezca una jornada laboral de 6 horas”.
Los senadores que recibieron a los desocupados les prometieron que, probablemente la semana próxima, serán convocados para ser uno de los sectores que participen de la rueda de consultas sobre el proyecto oficial. Estos encuentros previos comenzaron ayer con presencias de la CGT disidente de Hugo Moyano, y de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
Diez minutos después de la reunión con los senadores, los piqueteros dieron media vuelta a la manzana para ingresar al sector del Congreso destinado a los diputados. Allí los atendió su presidente, Eduardo Camaño, quien se comprometió a girar la propuesta a la comisión de Legislación Laboral, que encabeza el justicialista Saúl Ubaldini.
En la jornada de ayer también se destacó el fin de la huelga de hambre de los integrantes del MIJD y del Teresa Vive, quienes informaron que queda en suspenso el corte del Puente Pueyrredón previsto para el próximo lunes hasta la conferencia de hoy, donde se anunciarán las características de un nuevo plan de lucha. Antes de abandonar el hall del Ministerio, Castells volvió a cruzarse duro con el ministro del Interior, Aníbal Fernández. “Nosotros no planteamos que representamos al pueblo ni que somos San Martín, somos luchadores populares que no queremos transar como gran parte de la dirigencia de este país”, lanzó el líder del MIJD. El ministro insistió con que el dirigente “carece de legitimidad” y lo criticó porque pretende actuar “como salvador de la Patria”. Castells bajó los decibeles cuando se refirió al presidente Kirchner, a quien consideró “más razonable, menos intolerante, algo más respetuoso para con el pueblo”.
Informe: Martina Noailles.