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Acento francés
“Estamos entre la espada y la pared”, largó el presidente de Aguas Argentinas, Yves Thibault de Silguy, para graficar el intríngulis que significa la embestida del Gobierno contra las privatizadas cuándo éstas aducen problemas económicos. La reacción no tardó en llegar. Julio De Vido miró primero a sus acompañantes del gobierno, después se inclinó para observar por debajo de la mesa redonda y finalmente levantó las manos. “Yo acá no tengo ninguna arma”, lanzó el ministro de Planificación, guiñándoles el ojo a José López, secretario de Obras Públicas; Carlos Vilas, director en el Etoss, y Lisandro Salas,representante en la Unidad de Renegociación de Contratos. La misión francesa, que incluía al embajador Francis Lott, no tuvo más remedio que sonreír.
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Cana al aire
Con el fin de la práctica de los escraches, muchos hombres de la vieja política volvieron a mostrarse orondos por las calles porteñas. Y Juan Pablo Baylac es uno de ellos. El ex vocero de Fernando de la Rúa se dejó ver con un look renovado, con un evidente abandono de las tinturas para el cabello. Muchos fueron testigos no sólo de las canas que asoman en la testa del radical sino también de las que luce en su novedosa barba candado. De todos modos, no parece haber sido ese el tema principal del almuerzo que el martes Baylac compartió con el ex diputado del Frepaso-ARI, José Vitar, en un bar de las cercanías del Congreso.
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A que no sabés de
dónde te estoy llamando
Flamante padre, Diego Mandelman pensó que era el momento oportuno para comparar pañales y otros utensilios indispensables para su retoño. Así, el vocero del ministro de Trabajo Carlos Tomada fue hasta un supermercado de Pacífico a elegir los productos. Pero cuando entregó su tarjeta para pagar, la cajera lo sorprendió con una cantidad de datos sobre su persona como si lo hubiera parido. Fue sólo el principio: inmediatamente desde los parlantes del hipermercado comenzaron a reclamarlo con una frecuencia inquietante. Al llegar a informes, transpirando la gota gorda y con julepe ostensible, le acercaron la noticia. Tomada lo reclamaba con urgencia porque se había iniciado en el Congreso el debate sobre la reforma laboral.
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No me escorchen,
soy Cafiero
Entre perplejo y ofuscado se lo vio en los pasillos del Congreso al diputado Mario Cafiero. Fue tras impulsar la creación de una comisión para la auditoría y el seguimiento de la negociación de la deuda, en sintonía con la idea del Gobierno de transformar el tema en “cuestión nacional”. ¿Qué pasó? Ninguno de los legisladores que se le acercó hizo referencia al asunto. Lo único que querían de Cafiero es conocer los detalles de su participación en la otra causa que los medios transformaron en “cuestión nacional”: la liberación del padre de Jorge “Corcho” Rodríguez.
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Pacto de Olivos 2
Uno se llama Pablo Pernicone. El otro Christian Nieto. Uno es peronista, de River y vocero de Daniel Scioli. El otro es radical, de Boca, y jefe de prensa del Comité Nacional de la UCR. Pero no son el agua y el aceite: de lo contrario no podrían haberse juntado para conducir un programa en Radio América, todos los sábados a las 20. O sus patrones pagan muy mal y necesitan de otro trabajo. O, contrariamente, pagan muy bien, y entonces se dan el lujo de despuntar el vicio una vez por semana.
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De toma en toma
Tras abandonar la toma del Ministerio de Trabajo, los piqueteros de Raúl Castells marcharon al Congreso a presentar su propio proyecto de reforma laboral. Allí, tras reunirse diez minutos con la legisladora Diana Conti, los muchachos salieron raudos, menos Castells. Los periodistas, inquietos, preguntaron por él. Y a pesar de lo tedioso de la jornada, la representante de Izquierda Unida Vilma Ripoll, quien había entrado con los piqueteros, descomprimió con un chiste: “Castells está adentro, ahora tomó el Congreso”.
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Misión imposible
Se regocijó con la información que le trajo su enviado a Estrasburgo, Alfredo Atanasof, quien logró sellar una declaración conjunta entre los parlamentos del Mercosur y la Unión Europea. Pero no fue todo color de rosas para Eduardo Duhalde, actual presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del mercado común. En una misión reservada buscó en las últimas horas mayor participación de los presidentes del mercado común a favor de la “causa nacional” que Néstor Kirchner impulsa en el tema de la deuda. Sin embargo, por una razón u otra ninguno quiso involucrarse en tan espinoso tema.
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Los 100 mil
Si fuera actriz, podría optar por un restaurante para celebrar un número redondo de funciones. Si fuera empresaria, un ornamentado salón de hotel para brindar por los balances de fin de año. Pero Alicia Kirchner es ministra de Desarrollo Social. Por eso, la celebración de los 100 mil kilómetros recorridos en todo el país la encontró en El Jagüel, un barrio del conurbano que ganó fama cuando sus habitantes quemaron la comisaría tras la muerte de Diego Peralta. El sábado caminó dos cuadras por el barro para respaldar el acto de entrega de escrituras a 200 familias de la zona que organizó el secretario de Comunicación Social, Fernando Gray, en donde se concentraron 1500 personas, entre ellas el intendente local, dirigentes opositores, empresarios, curas, pastores y organizaciones indígenas.

* Colaboró Martina Noailles.