EL PAíS
Diálogo y política común entre Chile y la Argentina
El final de la reunión entre kirchneristas y socialistas chilenos dejó armado un “esquema” de diálogo y una promesa de coordinar políticas en común en ámbitos internacionales. Esto incluye apoyar a la Argentina en la deuda.
Un “esquema de diálogo político para las situaciones de conflictos” fue el resultado que dejaron las dos jornadas de reuniones entre la plana mayor del kirch-nerismo y el Partido Socialista de Chile. La experiencia, inédita, resultó satisfactoria. Tanto, que prometieron repetirla en los próximos dos meses en Santiago de Chile, donde le terminarán de dar forma al acuerdo político bipartidista. Según explicó el senador socialista Carlos Ominami, este diálogo ayudará a “coordinar una postura común en los foros internacionales políticos y económicos, como apoyar los esfuerzos argentinos en la negociación de la deuda externa”. Es decir, un nuevo apoyo chileno a la posición argentina frente a los acreedores.
“Hemos intercambiado experiencias, compartimos la visión de la búsqueda de una mayor equidad y la democratización de la riqueza”, sostuvo la senadora Cristina Fernández de Kirchner al terminar la reunión de ayer, en el Hotel Sheraton. La palabra “integración” en todas sus posibilidades fue la más utilizada para explicar qué pretendían conseguir los kirchneristas y los socialistas chilenos. “Integración continental e integración física: Argentina al Pacífico y Chile al Atlántico”, explicó el ministro de Planificación, Julio De Vido, que actuó como vocero.
La reunión de este fin de semana fue armada cuando el presidente Néstor Kirchner se encontró con su par chileno, Ricardo Lagos, para participar del acto por el centenario del monumento del Cristo Redentor. Un par de días antes el kirchnerismo se había lanzado como línea política en un acto en Parque Norte. Interesado, Lagos le propuso en un aparte al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, armar rápidamente un cónclave para crear lazos también a nivel partidario.
El resultado fueron dos jornadas en el Sheraton sin una agenda definida, pero con ejes de discusión básicos girando en torno de la situación económica de ambos países y sus posiciones en materia de política internacional. Los chilenos tienen la idea de que han caminado mucho tiempo solos y no quieren perderle el tranco a la unión cada vez más estrecha entre la Argentina y Brasil. “Tenemos desafíos comunes. Si bien Chile ha seguido un camino más solitario, la voluntad del presidente Lagos es producir acercamientos sistemáticos y muy intensos con la realidad del Cono Sur”, explicó el presidente del socialismo chileno, Gonzalo Martner.
Junto a Cristina Fernández, De Vido y Alberto Fernández, de la reunión participaron el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga; el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo; el ministro de Educación, Daniel Filmus; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; la titular del Banco Nación, Felisa Miceli, y el subsecretario de Relaciones Institucionales de Cancillería, Marcelo Fuentes. Entre los visitantes ilustres figuraron el ministro de Trabajo, Ricardo Solari, el vicepresidente de la Internacional Socialista, el senador Ricardo Núñez, y el encargado de Relaciones Internacionales del PS, Luis Maira.
Como demostración de que la estrategia de unir lazos va en serio, hubo consenso en reunirse nuevamente en un plazo de 45 o 60 días, pero esta vez en Santiago. “Queremos generar una forma de trabajo común entre fuerzas progresistas para actuar coordinadamente en foros internacionales, políticos y económicos”, sostuvo Martner. “Hay una necesidad de conformar un pensamiento latinoamericano, además de solucionar el drama de la pobreza que aqueja a las sociedades no desarrolladas”, definió Cristina.
Chile es el país latinoamericano que mejor relación tiene entre el PBI y su deuda externa. Sin embargo, el tema de la deuda estuvo en boca de los dirigentes chilenos que conocen la importancia crucial de la deuda para el futuro del kirchnerismo, que en esta reunión debutó como una especie de rama progresista del PJ. Martner habló de impulsar una “nueva arquitectura financiera internacional” y en esa dirección reiteró que su partido “va a apoyar las estrategias de negociación razonable, correcta, de la deuda externa” que lleva adelante Kirchner.