EL PAíS
› EL FMI REEMBOLSARIA HOY EL PAGO DE
3080 MILLONES DE DOLARES EFECTUADO EL 9 DE MARZO
Pulgar en alto del Fondo para seguir participando
El directorio del FMI aprobó la segunda revisión del acuerdo, con el voto favorable de todos los países del G-7. El eje del programa es hoy la renegociación de la deuda, que debería definirse entre junio y agosto. El Gobierno sobrecumplirá en el año todas las metas fiscales, que serán rediscutidas en septiembre. Tarifas y varias leyes en la agenda.
› Por Maximiliano Montenegro
El directorio del Fondo Monetario aprobó finalmente la segunda revisión del acuerdo, con el voto favorable de todos de los países del Grupo de los Siete: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón e Inglaterra. Pese a las disidencias que suscitaba en el G-7 el caso argentino, el consenso al levantar la mano confirma que no hay fisuras entre los países más poderosos a la hora de empujar hasta el límite en beneficio de los intereses de los acreedores privados. Así, corrieron el eje del acuerdo con el FMI a la mesa de negociación de la deuda, un regateo que hace unos meses sólo incumbía al gobierno argentino y a los tenedores de bonos en default. Hasta septiembre próximo, cuando se abra la discusión por las metas para el 2005 y 2006, el Gobierno seguirá cumpliendo con holgura las pautas fiscales. Hasta entonces, además de la deuda, habrá varios temas en la carpeta monitoreada por Washington. Cómo se distribuye el excedente de recursos del Estado. El aumento de tarifas de servicios públicos. Y una apretada agenda de leyes (coparticipación, reforma tributaria, reforma previsional) que la administración Kirchner se comprometió a pasar por el Congreso.
Con el visto bueno del directorio, el organismo reembolsaría hoy el pago de 3080 millones de dólares con reservas del Banco Central del 9 de marzo pasado. Sin embargo, a lo largo del mes, el saldo para el país sería negativo: teniendo en cuenta los vencimientos de las próximas semanas, el Fondo cerrará marzo con 370 millones de dólares a favor, los que serían reembolsados recién sobre el final del acuerdo, entre el año próximo y el 2006.
La de ayer fue una decisión esencialmente “política”. Argentina sobrecumplió todas las metas fiscales, las únicas que en los papeles eran materia de revisión por parte de los burócratas del organismo. Pero en las últimas semanas lo que debía ser una mera formalidad se transformó en una dura pulseada entre el gobierno de Kirchner, de un lado, y el staff del Fondo, el G-7, y los acreedores privados, del otro. La carta de intención firmada el 10 de septiembre pasado dejaba en claro que el problema de la deuda en manos de fondos de inversión e individuos era una cuestión a resolver entre el gobierno argentino y sus acreedores, con el Fondo como simple observador.
Sin embargo, el fenomenal lobby de los inversores financieros sobre los representantes del G-7, principales accionistas del FMI, empezó a rendir sus frutos. En enero último, Inglaterra, Italia y Japón se habían abstenido de consentir la primera revisión del acuerdo. Fue un aviso de lo que vendría después. Italia y Japón, junto con Alemania, son los países con mayor cantidad de residentes acreedores del Estado argentino.
Durante esta segunda revisión, la oposición se extendió, y esta vez las nuevas condiciones se filtraron en el programa. La cuestión de los acreedores abandonó el tono protocolar de la carta de septiembre para convertirse en una condición primordial para la vigencia del acuerdo.
Como se quejó Kirchner, una vez más corrieron el arco. En la nueva cancha, sin embargo, el Gobierno rechazó algunas de las nuevas reglas del juego propuestas por el Fondo, las cuales hubieran definido el partido, antes de iniciarse, a favor de los inversores.
Por si alguien en la Casa Rosada lo olvidaba, Anne Krueger se encargó ayer de recordar en público cuáles eran los asuntos pendientes comprometidos para los próximos meses, entre ellos “apurar” la negociación con los financistas (ver aparte).
En el capítulo de la deuda, el documento aprobado por el directorio dice lo siguiente:
- El Gobierno negociará con “todos los representantes de acreedores, incluido el Comité Global de Bonistas de Argentina, la Asociación de Ahorristas de la República Argentina, y organizaciones minoristas europeas como el (italiano) Comité de Inversores de Títulos de Argentina”.
- Se discutirá con los bancos asesores “la participación mínima de acreedores necesaria” para que la reestructuración se considera exitosa.
- También se definirá con los bancos “el momento apropiado para presentar la oferta”. No sería ni antes de junio ni después de agosto.
Los otros puntos relevantes de la carta son:
- Para el 2004, el pronóstico de crecimiento se eleva al 5 por ciento, una estimación todavía amarreta si se considera que la mayoría de los consultores habla de un piso superior al 6 por ciento.
- Política fiscal: El superávit fiscal del 3 por ciento del PBI se alcanzó en el 2003. Para este año, esa meta sería rebasada. “Se prevé que los ingresos fiscales se mantengan por encima de los niveles programados en el 2004, lo cual dejaría espacio para una reducción en el impuesto a las transacciones financieras a partir de julio”, afirma el documento.
Esta situación abrirá una disputa, este mismo año, por el destino del excedente de recursos fiscales. Washington quisiera que esos fondos fueran a mejorar la propuesta a los acreedores privados. Pero la administración Kirchner puso por escrito que ésa no sería la política oficial: “El Gobierno se compromete a aumentar la inversión pública y los gastos sociales”.
- Reformas fiscales: “La nueva ley de coparticipación será enviada al Congreso hacia fines de mayo, y se espera que sea aprobada y ratificada por las legislaturas provinciales hacia fines de agosto”. La reforma tributaria “será discutida durante la tercera revisión del acuerdo, y la legislación será enviada al Congreso hacia fines de septiembre de 2004, junto con un Presupuesto 2005 consistente con las metas fiscales para el 2005”. La segunda parte del plan antievasión se enviará al Congreso hacia fines de marzo, “para fortalecer aún más la lucha contra la evasión en la Aduana y en los aportes de la Seguridad Social”. Reforma previsional: el borrador de una propuesta sería público hacia junio y la ley de la nueva reforma previsional será girada al Congreso en la segunda mitad del año.
- Servicios públicos: Se dice que el aumento de la electricidad de entre 10 y 35 por ciento retroactivo a febrero para los usuarios industriales fue un “paso clave” para restablecer la viabilidad del sector. Para mayo se asume el compromiso de la suba en el gas.
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