EL PAíS › MAÑANA O PASADO, KIRCHNER VUELVE A BUENOS AIRES
La recuperación, en Olivos
Sintiéndose mucho mejor, el presidente de la Nación decidió volver a la Capital y retomar el trabajo. Los glóbulos rojos vuelven al conteo normal y “el resto de los parámetros” está bien, afirmó su médico.
El presidente Néstor Kirchner será dado de alta entre mañana y pasado, saldrá caminando del Hospital Regional de Río Gallegos y volverá a Buenos Aires para continuar en Olivos su restablecimiento del cuadro de gastroduodenitis aguda que se le presentó el miércoles a la noche cuando descansaba en El Calafate. De esta forma, Kirchner habría ganado la pulseada con su médico personal, Luis Buonomo, quien hablaba de un mínimo de siete a diez días de internación para su recuperación. El Presidente quería salir cuanto antes del hospital y volver enseguida a su actividad habitual, ansioso como está por levantarse de la cama. “La evolución es muy satisfactoria”, aclaró el médico.
“Ya estamos en el quinto día desde que se manifestó el cuadro, así que, en principio, podríamos estar pensando que el martes o el miércoles la situación ya estaría resuelta”, explicó ayer Buonomo en el parte médico que ofreció por la tarde en el hall del hospital junto a su director, Fernando Peliche. El médico generó inquietud en un momento de la conferencia de prensa cuando sorpresivamente se paró y salió, pero después explicó que había ido a buscar el resultado de los últimos análisis realizados al Presidente.
“Todos los parámetros están dentro de los valores normales excepto los glóbulos rojos, que se siguen recuperando pero, por supuesto, con una cadencia más lenta”, agregó luego de ver los estudios. En su favor, dijo que la recuperación –lenta– de glóbulos rojos ya no se debía más a las transfusiones sino “por la recuperación de las propias médulas”.
En el parte que ofreció por la mañana, Buonomo había dejado dudas acerca de cuándo saldría Kirchner porque alertó sobre los riesgos de una mala curación de este tipo de afección. “El 80 por ciento de este tipo de patologías se autolimita si responde al tratamiento médico, pero hay un 20 por ciento que tiene expectativas de complicarse”, advirtió. Dijo que en estos casos con complicaciones lo más probable es que experimenten nuevas hemorragias entre los siete y diez días, por lo que resulta más conveniente que ningún paciente se vaya antes que se cumpla ese período.
Kirchner pasó el domingo de Pascua junto a su esposa, la senadora Cristina Fernández, y sus amigos como el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el vicegobernador de Santa Cruz, Carlos Sancho, quienes se encargaron de atender los llamados telefónicos. Buonomo contó que si bien no pudo comer chocolate, el Presidente se dio el gusto de probar un pedacito de rosca. Una preocupación del Gobierno fue mostrar que Kirchner seguía en funciones, aun desde la cama de la habitación 214 del Hospital Regional.
“Nunca dejó de estar conectado a las grandes decisiones”, exageró el médico sobre lo sucedido en los pocos días que el Presidente lleva internado. Y añadió: “La idea es que cuando se vaya de la institución médica sea para entrar, no en plenitud, pero con un mayor grado de actividad en un espacio como es Olivos”.
Buonomo explicó que su recomendación como médico es que Kirchner debe restringir su labor como presidente a lo mínimo imprescindible hasta que se recupere. Mientras, seguirá recibiendo medicación por vía oral y deberá seguir una estricta dieta hasta su total restablecimiento que se produciría en “cuatro o seis semanas”. En un mes o mes y medio, el Presidente podrá hacer algunos ejercicios físicos suaves, como sus habituales caminatas. Buonomo aclaró que Kirchner ya puede caminar y que cuando salga del centro médico lo hará a pie.