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En los mensajes del domingo de Pascuas, los obispos católicos llamaron a trabajar “para que no haya excluidos ni violencia”. Jorge Casaretto, de Cáritas, pidió “crear una corriente de solidaridad que nos permita salir de los intereses personales para abrirnos al bien común”. Joaquín Piña, de Puerto Iguazú, se preguntó “para quién está creciendo la economía” y sostuvo que “el modelo neoliberal en que vivimos al mismo tiempo que crea una mayor pobreza, la esconde debajo de la alfombra para que no se vea”.
Juan Rubén Martínez, de Posadas, lamentó “que los argentinos siempre nos renovemos en falsas esperanzas que después vuelven a frustrarnos”. El obispo sugirió “no buscar a otros mesías, padrinos económicos o políticos, o algún subsidio salvador, porque terminaremos esclavizados”. Los cinco obispos de Neuquén y Río Negro coincidieron en que ven “signos de resurrección” y valoraron “la intención de los gobernantes para que el peso de la deuda externa no recaiga sobre los más pobres”.