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Por Adriana Meyer

Los acusados en el caso de la estafa del avión presidencial Tango 01 habrían conformado una asociación ilícita. A esta conclusión llegó la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas (FNIA), que se presentó como querellante en la causa y solicitó que se confirme el procesamiento de los imputados, modificando la calificación de la conducta de cada uno de ellos. La FNIA describió que la maniobra consistía en la falsificación total de facturas para servicios que debía utilizar el avión presidencial –combustible y rampa, entre otros– por parte de una empresa conformada por tres personas que habrían actuado como intermediarios en la contratación de los servicios necesarios para la aeronave en el exterior. Esas facturas eran confeccionadas por un militar a cargo de la Agrupación Militar y luego presentadas en el expediente de la Presidencia de la Nación. La denuncia original por estos delitos fue presentada por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
A fines del 2003, la jueza María Servini de Cubría procesó al ex jefe de la Agrupación Aérea de la Casa Militar, brigadier Alfredo Pero-
tti, y a tres personas vinculadas con una de las empresas proveedoras del avión presidencial Tango 01, por el presunto pago de sobreprecios en los servicios para vuelos internacionales. Los acusados del delito de “estafa agravada contra el Estado” y embargados en 500 mil pesos son, además de Perotti, tres directivos de la empresa Sky Support, de la que se sospecha que habría extendido facturas apócrifas por servicios que prestaban otras firmas por importes inferiores.
Durante la investigación quedó acreditada la relación entre los miembros de esa empresa y el brigadier Perotti, quien abonaba las facturas y a la vez las conformaba dando fe de la veracidad de su contenido. La FNIA evaluó que “el perjuicio para el erario ascendió a sumas insospechadas, triplicando el verdadero valor del costo de los viajes”.
En la causa se investigan dos salidas al exterior: la realizada a Uruguay a mediados de mayo y el viaje a Europa entre el 10 y el 18 de julio, ambos del 2003. De la causa se desprende que en el viaje a Uruguay se habrían pagado servicios por casi 19 mil dólares, más del doble de lo que se habría gastado en realidad. En tanto, en el vuelo a Europa se gastaron 206.753 dólares, cuando el gasto debió haber sido de 150.420 de esa moneda.
El fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, propuso el cambio de calificación de los hechos porque consideró que “se trató de una asociación ilícita que habría cometido reiteradas estafas agravadas por ser contra la administración pública”. También solicitó que se tenga en cuenta que “se facilitaron numerosos documentos públicos por tratarse de facturas de servicios conformadas y luego incorporadas a un expediente administrativo”. Los procesamientos dictados por Servini están apelados ante la Cámara Federal, de modo tal que los requerimientos de Garrido serán estudiados en esa segunda instancia.
Página/12 había publicado el detalle de otros elementos de prueba aportados por la Presidencia a la causa. Se trata de facturas por la compra de vajilla y el suministro de servicios de mantenimiento y logística, durante el gobierno de Carlos Menem. En noviembre de 1998 hubo un desembolso de 132.132 dólares para reponer la vajilla, que se debe haber roto en un pozo de aire porque tres meses después se repitió el mismo pago por el mismo concepto.
A partir de las denuncias judiciales fueron relevados todos los funcionarios implicados. Así fue que el nuevo piloto del Tango 01 pasó a ser Sergio Velázquez, el primer civil designado para comandar la aeronave. Velázquez fue piloto de aviones que Néstor Kirchner usaba como gobernador de Santa Cruz. Cuatro años antes de llegar a la Presidencia, Kirchner le había sugerido que estudiara el Tango 01. El hobby de este piloto es correr carreras en TC y, cuando puede, se desempeña como compañero de ruta de Marcos Di Palma.