EL PAíS › NUEVOS TESTIMONIOS SOBRE LAS COIMAS EN EL SENADO
Primeros auxilios judiciales
El fiscal nacional de Investigaciones Administrativas recibirá declaraciones que confirmarán la confesión de Pontaquarto.
Por Victoria Ginzberg
La Fiscalía de Investigaciones Administrativas y la defensa del ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto intentarán revivir hoy la investigación sobre las coimas en el Senado. Lo harán con declaraciones de allegados y amigos del “arrepentido”, quienes confirmarán parte de su testimonio a la Justicia. El relato de Pontaquarto había sido puesto en duda por la Cámara Federal al anular los procesamientos a los acusados. Se esperaba que otro de los testigos fuera el ex senador Héctor Maya pero, consultado por Página/12, éste aseguró que no había recibido “ninguna citación oficial”.
La causa sobre los sobornos en el Senado quedó virtualmente paralizada el 13 de julio pasado, cuando los jueces Martín Irurzun y Horacio Vigliani invalidaron el procesamiento que había dictado en enero el juez Rodolfo Canicoba Corral contra Pontaquarto, el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes y los ex senadores José Genoud y Emilio Cantarero. La medida se basó, entre otras cosas, en que los camaristas consideraban que la confesión del ex secretario parlamentario no había sido chequeada con rigurosidad.
Aunque en la práctica la resolución significó un retroceso más que importante en la investigación, en teoría implicaba que el juez debía realizar nuevas medidas de pruebas y, luego, definir si mantenía o no los procesamientos. Por eso, la defensa de Pontaquarto, encabezada por Hugo Wortman Jofré, intenta que el caso no quede archivado para siempre. Para eso ofrecieron como testigos a cuatro personas muy cercanas al “arrepentido” que pueden ratificar que éste guardó la plata del soborno que los senadores habrían recibido a cambio de la sanción de la ley de Reforma Laboral en su casa de General Rodríguez. Estas declaraciones –que habían sido anticipadas por el fiscal general Germán Moldes– las tomará el fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, quien les dará a los allegados al ex secretario parlamentario la posibilidad de hablar con identidad reservada.
Maya también fue ofrecido como testigo. Consultado por este diario, el ex senador afirmó que no había recibido ninguna citación oficial pero que, en caso de ser convocado, no tendría ningún inconveniente en presentarse y colaborar con la investigación. El entrerriano ya declaró dos veces en esta causa, pero ambos interrogatorios se produjeron antes de la confesión de Pontaquarto. Ahora el ex senador –que votó en contra de la ley de Reforma Laboral– podría confirmar una conversación que el “arrepentido” aseguró haber tenido con él en su despacho de la SIDE, donde se desempeñó como número dos durante la fugaz presidencia de Adolfo Rodríguez Saá.
El ex secretario parlamentario narró que cuando fue a visitar a Maya, a quien conocía del Senado, se encontró en la oficina con Darío Richarte (que estaba dejando el puesto que ocupaba Maya). Y que, en el transcurso de la conversación, Richarte se refirió a Pontaquarto como “nuestro hombre en París”, en alusión al puesto en esa ciudad como agente de la SIDE que le habrían prometido al “arrepentido” por su participación en el reparto de los sobornos. Hasta ahora Maya nunca ratificó o desmintió en el expediente esta conversación. Pero en los registros del organismo de inteligencia figura la visita que le hizo Pontaquarto.