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El 29 de septiembre, Néstor Kirchner visitará La Rioja por primera vez desde que comenzó su campaña presidencial. En los últimos tres años, uno y medio de gobierno, no viajó nunca a la provincia que vivió como un triunfo propio el ascenso de Carlos Menem. Invitado por el gobernador Angel Maza y el senador Jorge Yoma –rivales en su tierra–, Kirchner viajará al Chamical y a la capital riojana para entregar subsidios y financiar obras públicas. El viaje tendrá también un costado simbólico: en su breve estadía, el Presidente visitará la tumba del obispo Enrique Angelelli en Punta de los Llanos. Angelelli fue asesinado por un grupo de tareas de la dictadura que luego, como cobertura, simuló un accidente.
En La Rioja, Kirchner se moverá según las agendas propuestas por sus anfitriones. Con el gobernador Maza tendrá compromisos institucionales como un acuerdo para financiar la construcción de tres edificios del Poder Judicial. Las actividades que realizará con el senador Yoma responderán, en cambio, a la afinidad política. Representante del kirchnerismo en la provincia, Yoma perdió por poco la gobernación con Maza. Su fuerza –el Frente con Todos– ganó cuatro municipios, entre ellos Chamical. Kirchner visitará esa ciudad y luego recorrerá los 30 kilómetros hasta Punta de los Llanos, donde fue asesinado Angelelli el 4 de agosto de 1976.
La visita que el Presidente hará a la tumba del obispo tendrá mucha repercusión en la provincia de Menem. Sucede que la familia del ex mandatario estuvo vinculada con algunos episodios de la vida de Angelelli. En junio de 1973, el hermano mayor de Carlos, Amado Menem, participó de una protesta callejera por la visita del religioso. Instigada por grupos católicos conservadores –Tradición Familia y Propiedad (TFP) y Cruzados de la Fe–, una multitud insultó al obispo y lo obligó a irse de Anillaco. Pero ése no fue el único episodio que rozó a uno de los hermanos de Menem. Según documentación del CELS y de la comisión investigadora sobre violaciones a los derechos humanos en La Rioja, un estrecho colaborador del senador Menem, José Ricardo Furey, organizó un brindis para festejar por la muerte de Angelelli.
El homenaje de Kirchner incluirá también a los sacerdotes Gabriel Longueville y Juan de Dios Murias, asesinados en julio de 1976. En las últimas semanas de su vida, Angelelli se dedicó a investigar las muertes. Luego de juntar pruebas, elaboró un documento para el Episcopado. El 4 de agosto partió hacia La Rioja acompañado por el párroco Arturo Pinto. Según Pinto, que sobrevivió al supuesto accidente, un Peugeot 404 los venía siguiendo hasta que se produjo una “explosión” y ambos perdieron el conocimiento. Angelelli apareció muerto. Las investigaciones más sólidas probaron que el obispo, desmayado, fue arrastrado fuera del auto y golpeado con un objeto contundente.
Así lo creyó el juez Aldo Fermín Morales, del Juzgado Criminal y Correccional 1º de La Rioja, que investigó el hecho. En un fallo aseguró que la muerte “no obedeció a un accidente de tránsito, sino a un homicidio fríamente premeditado y esperado por la víctima”. La noche del crimen, el director del diario El Sol (un matutino creado por la dictadura), el citado Furey, dio un brindis en su oficina con el teniente coronel Jorge Malagamba y el coronel Héctor Battaglia por el éxito del operativo. La información de ese episodio figura en los archivos de la comisión investigadora sobre violaciones a los derechos humanos en La Rioja y también en los del CELS.
El diario El Sol no existe más. Furey trabaja actualmente en el Senado con la categoría A1. Desde 1992 es asesor del senador Menem. En diciembre de 2001, cuando el misionero Ramón Puerta fue designado presidente provisional del Senado, fue nombrado prosecretario de Coordinación Institucional. En aquel momento, su designación fue resistida por los senadores Yoma, Jorge Busti y Cristina Fernández de Kirchner. Tres años después, la visita del Presidente obligará a recordar aquellos vínculos entre el mayor de los Menem y quienes querían ver muerto a Angelelli. Por iniciativa de Yoma, Kirchner se detendrá en Punta de los Llanos para homenajear a Angelelli, Murias y Longueville.
Pero el viaje no sólo incluirá gestos simbólicos y reparatorios para con las víctimas de la dictadura, también tendrá su lado conflictivo porque el sindicato de maestros ya anunció su intención de hacer un piquete en el aeropuerto de La Rioja el día que llegue Kirchner. Los docentes reclaman porque les están descontando los días de paro. En protesta tomaron algunas escuelas. El conflicto comenzó hace meses y enturbió la visita que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, realizó hace un tiempo. Según un dirigente que conoce bien esas tierras, Fernández solicitó apoyo a Maza ante un desembarco de Kirchner en la presidencia del PJ. Antes de reunirse con el enviado, Maza y Eduardo Menem habían viajado a Chile para consultar al otro Menem. En la Rosada no defraudarán a Maza y llegarán con el paquete de ayuda habitual. Como contrapartida, la Justicia riojana anunció su decisión de resolver la causa por las deudas de la Curtiembre Yoma.