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Unas 800 personas marcharon el sábado por las calles de Haedo para “escrachar” a Cecilio “El Turco” Abdenur, un represor que integró el sanguinario grupo Swat que se encargó de secuestrar y torturar a los trabajadores y profesionales del Hospital Posadas y que durante los últimos veinte años ocultó su pasado trabajando como bombero voluntario en el cuartel general de Morón. Los organismos de derechos humanos que ubicaron al torturador encabezaron la columna que partió desde el propio Posadas hasta la casa de Abdenur, que no bien conoció la noticia de que lo habían identificado se fugó con su familia y dejó de frecuentar los lugares en que habitualmente se lo encontraba.
Con más de dos metros de altura y casi 200 kilos de peso, El Turco Abdenur fue fácilmente identificable para muchas de las víctimas que lograron a verlo en la sala de torturas que funcionó en el chalet ubicado apenas a 150 metros del edificio central del Posadas y dentro del predio del centro hospitalario.
Beneficiado con la ley de Obediencia Debida, El Turco trabajaba de custodio en una sodería de Haedo y como bombero en Morón, donde ya había alcanzado el grado de oficial principal del cuartel. Gladys Cuervo era enfermera del Posadas cuando fue secuestrada en la dirección del propio hospital. Ahí conoció a Abdenur. “Aún tengo las marcas de las quemaduras de cigarrillos, lo paradójico es que me las haya hecho un bombero”, relató Gladys. “Hemos llegado a la guarida de Cecilio “El Turco” Abdenur, desaparecedor de trabajadores y compañeros luchadores que peleaban por un país distinto y justo”, dijo Fabia Ruiz Vargas cuando la multitud, que acompañó el escrache, llegó a Coneza 704 de Haedo, la casa que Abdenur abandonó hace pocos días atrás.