EL PAíS
Tomada marcó la afinidad oficial con la candidata chilena Bachelet
El ministro de Trabajo viajó a Chile y participó del congreso del Partido Socialista. Un guiño de Kirchner para Ricardo Lagos.
Por Diego Schurman
“Existe una afinidad política.” Con esas palabras, Carlos Tomada explicó ayer su presencia en el Congreso del Partido Socialista de Chile, donde se presentó la precandidatura a presidente de Michelle Bachelet. El ministro de Trabajo argentino cruzó la Cordillera de los Andes en respuesta a una invitación personal y, siempre cuidando las formas, evitó decir lo que todos intuyen: que su asistencia representa el guiño del presidente Néstor Kirchner a la continuidad del proceso político que lleva adelante su par chileno Ricardo Lagos.
–¿Viajó a Chile para apoyar al socialismo?
–Hemos concurrido en calidad de invitados del Partido Socialista, con quien tenemos muchos puntos en común.
–Pero la traducción de todo el mundo es que se trata de un respaldo abierto del gobierno de Kirchner a una precandidatura.
–Esa es una interpretación...
–... que hacen todos.
–Lo que le puedo decir es que reconocemos que tenemos una afinidad política. Es un partido amigo nuestro con el que compartimos visiones políticas.
–Habla en plural. ¿Habla por todo el Gobierno?
–Es que aquí hubo una invitación que nos hicieron a Cristina Fernández de Kirchner, a Alberto Fernández y a mí. Ellos no pudieron venir y entonces estoy yo.
–¿Se supone que la invitación es el resultado de aquellos encuentros del 2004 con representantes del socialismo chileno?
–Sí, es un vínculo que se reforzó. Y ahora estamos aquí porque nos invitaron.
–¿Si le hubiese enviado una invitación la Unión Democrática Independiente, el partido de derecha que postula a Joaquín Lavín, también hubiese asistido?
–(Se ríe)... se la contesto cuando llegue la invitación.
–Por más que diga que es a título personal, ¿no teme que digan que Kirchner se involucra en los asuntos internos de Chile?
–No, de ninguna manera esto implica una intervención en el proceso electoral interno de Chile.
Tomada estuvo en la apertura del 27º Congreso del Partido Socialista que proclamó la precandidatura de Bachelet. La ex ministra de Defensa de Lagos deberá ahora competir con la precandidata de la Democracia Cristiana, la ex canciller Soledad Alvear. Ambas representan a las fuerzas principales de la Concertación, la coalición que gobierna Chile desde 1989 y que irá por más en las presidenciales de diciembre.
Los números por ahora favorecen a Bachelet, quien se encuentra entre las preferidas de la gente, ubicándose por encima tanto de Lavín como del precandidato del Partido Comunista, Tomás Moulián.
Con Tomada en Chile, Kirchner sigue demostrando su especial interés en la evolución política de Latinoamérica. Todos recuerdan la manera en que mostró su favoritismo por Tabaré Vázquez en Uruguay. Un gesto que el presidente electo del Frente Amplio-Encuentro Progresista le agradeció personalmente visitando la Casa Rosada hace apenas algunas semanas.
Con Tomada vuelve a poner fichas por un candidato. El ministro de Trabajo viajó al país trasandino acompañado por el subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Marcelo Fuentes. Y tras el encuentro socialista, analizó la problemática laboral de la región con su par chileno Ricardo Solari Saavedra y con el uruguayo Eduardo Bonomi, quien a partir de marzo, se convertirá en el ministro de Trabajo de Vázquez.
“Fue una reunión donde compartimos diagnósticos. Hablamos de la vocación de los tres gobiernos de colocar al empleo en el centro de la decisión política”, explicó Tomada a Página/12.
–¿Pero hay algún plan en marcha? –le preguntó este diario.
–En principio, intercambiamos visiones sobre la problemática laboral y quedamos en mantener a futuro nuevos encuentros, probablemente en la próxima cumbre de presidentes.
Informalmente, también se conversó sobre algunos problemas comunes, rubro en el que Tomada puso como ejemplo las inspecciones para combatir el trabajo en negro con Chile, y la discusión sobre la extensión de la jornada laboral con Uruguay. “En todos los casos, la principal preocupación sigue siendo la misma, que es dar respuesta a las necesidades de la gente, y, como ya dije, desde nuestro lugar eso significa colocar al empleo en el centro de la decisión política.”