EL PAíS
Los piquetes en las estaciones dispararon el cruce de acusaciones
Según Ricardo López Murphy, el Gobierno utilizó a los piqueteros como “fuerza paraestatal” en el conflicto con Shell. Luis D’Elía le respondió que ellos actuaron por “propia iniciativa”. Lo mismo dijo Aníbal Fernández, quien se mostró en contra de las acciones directas.
La oposición azuzó viejos fantasmas para atacar al Gobierno por su postura ante el conflicto con las petroleras. Ricardo López Murphy acusó al presidente Néstor Kirchner de asumir una actitud “totalitaria” y armar con grupos piqueteros afines una “fuerza paraestatal” para “intimidar” y “chantajear” a los concesionarios de las estaciones de servicio. Uno de los líderes que organizó los piquetes frente a las expendedoras de Shell, Luis D’Elía, le contestó que el bloqueo fue “por propia iniciativa” y que no responde a pedido alguno del Presidente. Desde la Casa Rosada también salieron al cruce de las declaraciones del líder de Recrear: “El Gobierno no da órdenes como un ejército prusiano” y “no comparto las acciones directas”, dijo Aníbal Fernández. Opositores como Jorge Sobisch y Rodolfo Terragno coincidieron en las críticas.
Los escraches piqueteros y el boicot de organizaciones de consumidores a las empresas petroleras que aumentaron el precio de los combustibles, alineadas con el enojo presidencial contra las compañías, erizaron la piel de varios políticos opositores. El que cruzó más duramente al Presidente fue el líder de Recrear, Ricardo López Murphy: “Se ha armado al calor de los dineros oficiales un aparato de intimidación que hace que el Presidente se sienta en fuerza para entrometerse en los temas más privados, de cada uno de nosotros y de cada una de nuestras asociaciones, y hacerlo con una fuerza paraestatal”, dijo el ex ministro de Defensa de Fernando de la Rúa.
López Murphy señaló que el accionar de los grupos piqueteros, que escracharon las estaciones de servicio de Shell, estuvo en asociación directa con el Gobierno. “Sólo en los regímenes totalitarios la política actúa casi en cooperación con las bandas patoteras del Gobierno”, afirmó para luego embestir directamente contra Kirchner: “La tarea del Presidente no es perseguir a quien no actúa como a él le gusta”, y que es un “chantaje” cuando “sugiere que si las estaciones de servicio están asustadas, cambien a Petróleo de Venezuela (Pdvsa) o Enarsa”.
Al cruce del jefe de Recrear salió el ministro del Interior, Aníbal Fernández. “Acompañar, ¿qué significa? ¿Que somos un ejército prusiano que da órdenes y que ellos la cumplen? Sería una locura”, se preguntó, y respondió el ministro para explicar que la actitud de los piqueteros fue de acompañamiento, “pero no porque el Gobierno dio instrucciones”. Fernández aseguró que “no está en el Gobierno tener una actitud de estas características”, aunque es “probable que la gente que le cree al presidente Kirchner exprese su repudio”. El ministro quiso, además, dejar sentada su opinión personal: “No comparto las acciones directas”, dijo.
El propio D’Elía se tomó de las palabras de Fernández. “Tiene razón el ministro de Interior: en ningún momento hubo tal instrucción. Somos aliados del Gobierno, pero somos autónomos en nuestras reflexiones políticas”, dijo el líder piquetero. “Las acciones nuestras nada tienen que ver con el Gobierno ni mucho menos con la figura presidencial”, insistió el piquetero, que demostró tener rápidos reflejos para salir a bloquear las estaciones de servicios que llevan la insignia de la petrolera Shell, después de que Kirchner llamara a “una especie de boicot” a la compañía por su política de precios.
“Al Presidente le delegamos poder para que gobierne y no para que amenace, y yo creo que esto es el grave problema que hoy está viviendo la Argentina”, expresó el gobernador neuquino Jorge Sobisch. El comunicado de prensa del anticipado candidato presidencial afirma que la actitud de Kirchner fue “destemplada, desproporcionada y desequilibrada”.
Las declaraciones de Rodolfo Terragno también fueron en sintonía con las de los otros dirigentes políticos opositores. “La inflación no se soluciona con el histrionismo presidencial”, dijo el senador radical. Terragno agregó que la inflación de los dos primeros meses del año “fue del 2,4 por ciento”, y se preguntó: “¿Qué va a hacer el presidente Kir-chner? ¿Le va a declarar el boicot al Mercado Central, va a mandar piquetes oficialistas a la industria láctea tal o al frigorífico tal?”, para luego afirmar: “Esto no es serio”.