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Ya se acostumbró a los escándalos. Ayer, el gobernador de Tierra del Fuego, Jorge Colazo, protagonizó un incidente por lo menos curioso en un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Córdoba. Colazo, que había salido de Ushuaia y cambiado de avión en Buenos Aires, se dirigía a Córdoba para participar del Comité Federal del radicalismo. En pleno vuelo, el ministro coordinador del Gabinete provincial, Edgardo Welsch de Bairos, saludó a dos dirigentes radicales de Tierra del Fuego enfrentados con Colazo, José María Martín, secretario privado del legislador Luis Velázquez, y Graciela Almonacid, del municipio de Río Grande. Cuando vio a su colaborador saludar a sus adversarios, Colazo sencillamente enfureció: “Qué saludás a ese hijo de puta, traidor de mierda y golpista. Igual que esa conchuda de la Chela (por Almonacid). No saludés a esos putos”, fueron las sutiles palabras del gobernador, según consignó la agencia Télam.
El cruce de palabras entre Colazo y su jefe de Gabinete fue apenas un prólogo de lo que sucedió más tarde en Córdoba. Allí se había dado cita la máxima autoridad nacional del radicalismo –el Comité Federal– para discutir qué hacer con los dirigentes rebeldes del partido, en especial Colazo. El fueguino se ganó los odios de la conducción partidaria, en especial del chaqueño Angel Rozas, luego de sostener en público que el presidente Néstor Kirchner debía ser reelecto en 2007. Con esa frase, Colazo se convirtió en el primer dirigente nacional –incluso dentro del PJ– en defender públicamente la posibilidad de que Kirchner se presente a otro período presidencial, el que corresponde a 2007-2011.
Colazo no es el único gobernador radical que está cerca de Kirchner: el mendocino Julio Cobos y el rionegrino Miguel Saiz tienen muy buena relación con la Rosada. Sus provincias recibieron muchas inversiones del Ejecutivo, en una proporción igual –o hasta superior– de provincias gobernadas por el peronismo. La diferencia con Colazo es que Saiz y Cobos se manejaron con más prudencia a la hora de hacer discursos y por eso tuvieron menos problemas internos en el partido. Esto se pudo comprobar ayer en Córdoba, en la reunión del Comité Federal de la UCR: los seguidores del fueguino tuvieron un “fuerte cruce verbal” con los miembros del Comité Nacional, que encabeza Rozas. El enfrentamiento obligó a que el senador de Santiago, Gerardo Morales, instara a Colazo a alinearse en la corriente oficial del radicalismo, opositora a Kirchner.
Finalmente, el Comité Federal impuso su visión y emitió un documento en el que reafirmó su “clara oposición al gobierno nacional”. “Hay que desterrar las prácticas corruptas y el abuso de fondos reservados”, exhortaron las autoridades de la UCR.