EL PAíS › LA PARTICIPACION POLICIAL EN EL
ASESINATO DE KOSTEKI Y SANTILLAN
El juicio avanza hacia la patota
El tribunal habilitó la posibilidad de ampliar la acusación a cinco policías que encubrieron a Fanchiotti. El chofer Acosta declararía mañana.
Por Laura Vales
El tribunal que lleva adelante el proceso por la masacre de Avellaneda habilitó la posibilidad de que en las audiencias orales se juzgue si cinco policías que están acusados de encubrir los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki fueron en realidad partícipes secundarios de los homicidios. La medida se refiere a la patota policial que durante la represión se movió junto al comisario Alfredo Fanchiotti y su chofer, Alejandro Acosta. En la misma situación quedó el superior inmediato de Fanchiotti, el comisario Félix Vega.
El cambio de calificación había sido pedido por los querellantes. Los policías, señaló el abogado Claudio Pandolfi, “dieron a Fanchiotti y Acosta ayuda antes, durante y después” de los asesinatos.
El planteo del abogado es que el comisario y su chofer hicieron fuego contra los manifestantes “con el objetivo de darles muerte”, para lo que actuaron “de manera coordinada, siguiendo un plan común”. Dispararon con balas de plomo desde el inicio de la represión, junto al Puente Pueyrredón, hasta la estación de trenes de Avellaneda. Que en ese trayecto mataran solamente a dos personas fue una cuestión de suerte, ya que balearon por lo menos a otras siete, de acuerdo con las pruebas de la acusación elevada al juicio oral. En ese recorrido, Fanchiotti y Acosta fueron apoyados “por acción y también por omisión” por los cinco policías, sostuvo Pandolfi.
La fiscalía los había acusado por la figura menor de encubrimiento, tras señalar que supieron de los asesinatos (en algunos casos por haberlos presenciado) y no los denunciaron.
“El tribunal tiene facultades para cambiar esa calificación. Y nosotros, como querellantes, podemos dar argumentos en las audiencias orales para mostrar que estos policías fueron partícipes secundarios y no encubridores. Nuestra solicitud se basó en esto; los hechos juzgados son los mismos, pero tenemos una forma de interpretarlos distinta a la de la fiscalía”, explicó el abogado Rodrigo Borda, del Centro de Estudios Legales y Sociales.
Los acusados son Carlos Quevedo, Lorenzo Colman, Gastón Sierra, Mario de la Fuente y Félix Vega. Sus defensores protestaron la decisión y recusaron al tribunal. Los jueces Elisa López Moyano, Roberto Lugones y Jorge Roldán establecieron un cuarto intermedio hasta mañana cuando contestarán la recusación.
Las recusaciones han sido, en las dos audiencias que lleva el juicio, el arma más utilizada por los abogados de los policías, quienes han planteado una decena de iniciativas que buscan que el juicio se anule o se suspenda.
El defensor de Fanchiotti, Amílcar Chiodo, es autor de las principales. En la audiencia inicial pidió la nulidad del juicio porque todavía no estaba terminada una pericia balística. Chiodo remarcó que tal situación lesionaba el derecho a la defensa del comisario. Ayer, en la apertura de la jornada anunció que recusaría al tribunal porque el diario Clarín publicó de manera anticipada que los jueces se opondrían a los pedidos de nulidades presentados. El abogado dijo que había recibido el resultado de la pericia balística y que pedía la recusación de los peritos.
Ayer, los integrantes del tribunal rechazaron todos los pedidos de nulidad que habían recibido en la audiencia inicial. Un caso, el del policía Carlos Quevedo, se llevó la argumentación más extendida. Quevedo fue uno de los que entró a la estación de trenes donde mataron a Darío Santillán junto a Fanchiotti y Acosta e inicialmente había sido acusado por el homicidio. Más tarde se demostró que no había disparado; Quevedo quedó así absuelto por el asesinato pero acusado de encubridor. Su abogado planteó que estaba siendo juzgado dos veces por el mismo hecho. Los jueces se opusieron también a este pedido de nulidad.
El jueves deberán contestar sobre los nuevos. Alejandro Acosta, que iba a declarar ayer, no pudo hacerlo por ese motivo. El chofer de Fanchiotti, hoy enfrentado con su antiguo jefe, nunca declaró en la causa y hay expectativas por lo que pueda decir. En un escrito que presentó ante el juzgado llegó a contar que escuchó las órdenes que recibía Fanchiotti, aunque no aclaró nada más. Según sus allegados, Acosta ha recibido amenazas para mantenerlo en silencio.