DISCOS › “UN VIAJE”: DOS CD’S EN VIVO Y UN DVD DE CAFE TACUBA
Una historia que tiene final abierto
A través de dos shows registrados en 2004 en el DF, el cuarteto mexicano recorre sus quince años plenos de notables canciones.
Por Eduardo Fabregat
“Para poder llegar, para llegar a tus oídos, necesito cantar, mover el aire, crear sonido.” En quince años de historia, Café Tacuba ha hecho algo más que mover el aire. O, en todo caso, lo hizo de un modo altamente creativo, fusionando los principios del rock con el acervo de una tierra rica en tradición como la mexicana y consiguiendo así un sonido inconfundible. De eso se trata, en buena medida, Un viaje, el CD en vivo que el grupo acaba de lanzar en la Argentina: un contundente testimonio de los valores de la banda, allí donde a unos cuantos se les corre el maquillaje. Dividido en dos álbumes y un DVD –y en la versión deluxe acompañado por un tercer disco con siete canciones, que incluyen un Popurrock con páginas bien conocidas como Matador, Deléctrico, el Mala vida de Mano Negra, Bolero falaz de Aterciopelados y Pachuco, de Maldita Vecindad–, el viaje es una guía detallada al corazón del cuarteto.
Registrado los días 6 y 7 de octubre de 2004 en el mítico Domo de Cobre, el Palacio de los Deportes del DF, el repaso incluye paradas en todas las estaciones. Y eso deja lugar a representantes de aquel debut de 1992 como María, La chica banda o Labios jaguar, y también a las jugadas experimentaciones de Revés/Yosoy como La 2 y La 6, y los megahits de Re (La ingrata, El puñal y el corazón, Las flores), los inspirados covers Ojalá que llueva café, Déjate caer o Chilanga banda y, claro, la soberbia madurez musical expresada en Cuatro caminos y condensada en títulos como Cero y uno, Eo o la bellísima Eres, con Emmanuel del Real asumiendo el centro del escenario. El recuento lleva a una pregunta inevitable: ¿se pueden tener tantas canciones? La respuesta está en lo que se oye y lo que se ve, y sirve también como explicación del lugar que Tacuba ocupa en la escena continental.
El público argentino lo vivió recientemente en el Teatro Gran Rex, pero aun en la frialdad de lo envasado, Un viaje logra transmitir la vitalidad del grupo, en un show que arranca al viejo estilo –los cuatro al frente y sin batería humana– y luego incorpora al baterista Luis Ledezma, y más adelante al violinista Alejandro Flores, no para “cambiar” el sonido, sino para realzar sus profundidades y matices. El DVD, además, incluye una serie de extras que completan la experiencia, con una larga galería de fotos, un apartado para los invitados que estuvieron en el Palacio y un segmento de entrevistas a cada uno de los músicos, que con su acostumbrada sencillez, sin la grandilocuencia que podría disparar el aniversario, hacen foco en diferentes ángulos del asunto. Quique Rangel repasa el significado de estos quince años de actividad; Meme del Real entrega pistas sobre los métodos de composición del grupo; Joselo se mete en lo que podría definirse como una filosofía de trabajo (“Es mejor no saber lo que somos”, “Preferimos no plantear metas”), mientras que Sizu Yantra se encarga del relato que va del proyecto darkoso Alicia Ya No Vive Aquí a la necesidad de “responder al entorno de Ciudad Satélite”. Pantallazos de un viaje que podría no existir, ser una invención. Pero Café Tacuba decidió hacerlo, y vale la pena sacar boleto.