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Los principales socios de Izquierda Unida (IU), el Partido Comunista (PC) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) impulsaron la ampliación del acuerdo electoral, pero sus diferencias políticas resquebrajaron la alianza y hoy construyen dos frentes paralelos. El PC lanzará el miércoles un frente en la provincia de Buenos Aires que incluirá al socialismo, intransigentes, al Frente para el Cambio de Alicia Castro y distintos grupos de la CTA. La presentación será una “respuesta” a la lista que el MST impulsó junto a Mario Cafiero, Patricia Walsh y dirigentes desvinculados del zamorismo. Los comunistas quieren plasmar la propuesta frentista surgida del Encuentro de Rosario y el MST aspira a “compartir” un frente que no lo ponga a la cola de sus nuevos aliados. Desde ambos lados afirman que ni IU ni las conversaciones están rotas.
Comunistas, socialistas e intransigentes, junto a sectores de la CTA y seguidores de Alicia Castro, anunciarán en el Hotel Castelar la conformación del nuevo frente electoral bonaerense. Ariel Basteiro (PS) y León Zimmerman (PC) serán sus candidatos a senadores, en tanto los también socialistas Jorge Rivas y Oscar González irán en la lista de diputados nacionales, cuyo orden todavía no está establecido. No obstante, ellos consideran que el lanzamiento también forma parte de las negociaciones que todavía mantienen con el MST, que ya inscribió las candidaturas de Vilma Ripoll y Cafiero en la provincia y de Walsh en Capital.
“Se trata de un espacio más en búsqueda de un frente más amplio que pretendemos alcanzar antes del 23 de agosto, el último día para inscribir frentes y alianzas”, afirmó a Página/12 Jorge Kreynnes, uno de los dirigentes comunistas que participa en las negociaciones. Sin embargo, en el PC aún cuesta digerir la “movida” del MST que inscribió en su lista a varios extrapartidarios (como Cafiero y Walsh) y les puso orden a las candidaturas, “condicionando las conversaciones que mantenemos con otras fuerzas políticas”, argumentaron. La presentación del acuerdo que incluye a socialistas e intransigentes no significa la ruptura de IU, pero sí un “mensaje” al MST, anunciándole que la búsqueda de aliados para las elecciones legislativas de octubre aún no está cerrada. Una postura que el secretario general del PC, Patricio Echegaray, suele repetir ante sus interlocutores políticos.
Casi con los mismos argumentos, la respuesta del MST no se hizo esperar. Durante un acto realizado ayer en Quilmes, Vilma Ripoll sostuvo que “con Mario Cafiero en provincia, Patricia Walsh en Capital y los legisladores (Rubén y Tomás) Devoto (ex zamoristas) y muchos luchadores independientes, seguimos trabajando en la unidad de la izquierda”, y como demostración explicó que “esta semana nos hemos reunido con la diputada Lucrecia Monteagudo y el PI, y con el diputado José Roselli, otro ex zamorista”. Ripoll también convocó al Partido Obrero “a no ser sectario y sumarse; al PC a defender Izquierda Unida; al ALBA de Alicia Castro y al PS bonaerense a unirnos en un gran frente para dar la pelea contra el PJ”.
Sin embargo, dirigentes del MST admitieron a este diario las diferencias. “Nosotros queremos compartir la ampliación del frente electoral; pero compartir, no ir a la cola de quienes se sumen. Necesitamos definir claramente el papel de los partidos de izquierda en este frente, y ese debate sobre el perfil político y electoral del frente ha provocado tensión dentro de Izquierda Unida”, explicaron a Página/12. Pero aclararon que todos los días hay negociaciones. Izquierda Unida “no está rota”, afirman, pero se dobla de una manera que parece resquebrajarse.