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Mientras el fiscal especial Alberto Nisman prepara una serie de medidas para avanzar en la investigación del atentado, habrá novedades de importancia en la otra causa, la referida a las maniobras e irregularidades cometidas durante la investigación. El juez Claudio Bonadío sería apartado en las próximas semanas de esa causa. El propio ministro de Justicia, Héctor Rosatti, sería aceptado como querellante. Se viene la casi segura destitución de Galeano como juez el 3 de agosto. De inmediato será acusado de gravísimos cargos, por lo que no faltan quienes consideran que puede ir preso en el corto plazo. Tras cartón, también estará en la mira el ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy, a quien igualmente se imputará por graves delitos. El nuevo juez que tome la causa de las irregularidades tendrá que evaluar las acusaciones contra el ex ministro Carlos Corach, contra los fiscales de la causa AMIA y contra integrantes de las fuerzas de seguridad e inteligencia, cuya investigación fue ordenada por los magistrados del tribunal oral que actuaron en el caso del atentado.
Estos son los interrogantes y certezas de los próximos tiempos del caso AMIA:
1 ¿Será destituido el juez Galeano?
La resolución la tomará el Jury de Enjuiciamiento el 3 de agosto próximo. Todo indica que su suerte está echada, sobre todo teniendo en cuenta las lapidarias acusaciones de los fiscales del jury, la diputada del ARI Marcela Rodríguez y el abogado Beinuz Szmukler, las evidencias que se presentaron ante los integrantes del jury y los antecedentes de votaciones contundentes contra el juez en la Comisión de Acusación (siete a cero) y en el plenario del Consejo de la Magistratura (dieciséis a uno).
Si está probado que hubo graves irregularidades en la causa AMIA ¿qué sucede con la causa en la que se investigan esas irregularidades?
Desde el año 2000 está en manos del juez Claudio Bonadío, quien –según sus críticos– prácticamente no avanzó en la pesquisa. Bonadío fue recusado por haber sido segundo de Carlos Corach en la Secretaría Legal y Técnica, por lo que siendo Corach uno de los que hay que investigar por orden del tribunal oral Bonadío podría no ser imparcial. La decisión la tienen que tomar tres integrantes de la Cámara del Crimen que ya pidieron la causa. Es casi seguro que Bonadío será apartado del demoradísimo expediente en las próximas semanas, con lo que un nuevo juez tomará esta investigación.
2 ¿Habrá alguna otra novedad en la causa por las irregularidades y los encubrimientos?
Sí, se está por firmar un decreto por el cual el propio ministro de Justicia, actualmente Horacio Rosatti, reclamará ser tomado como parte querellante en ese expediente, con lo que podrá ser parte acusadora de los ex integrantes del gobierno de Menem, los ex integrantes de las fuerzas de seguridad, inteligencia y la justicia. La Unidad AMIA del Ministerio de Justicia, a cargo de Alejandro Rúa, viene insistiendo, entre otras razones, en que se usaron fondos públicos para sembrar una pista falsa, por lo cual el Estado tiene derecho a ser querellante. La especulación en Tribunales es que con un nuevo juez y el propio ministro como querellante, todo tomará una nueva dinámica.
3 ¿Puede ir preso el juez Juan José Galeano?
Los juristas consultados por este diario coinciden en que es muy posible. El fiscal especial del caso AMIA, Alberto Nisman, ya señaló una serie de delitos gravísimos cometidos por el magistrado, que si es destituido perderá sus fueros. El listado es el siguiente: privación ilegal de la libertad agravada por ser juez, falsedad ideológica, extorsión, instigación al falso testimonio e instigación al peculado cuando le pidió a la SIDE los 400.000 dólares para pagarle al imputado Carlos Telleldín para que declare contra los policías. Cuando se menciona la extorsión sehabla de que obligaba a acusados de un delito a declarar contra Telleldín a cambio de sobreseerlos en ese delito. En esa situación quedaron el abogado Gustavo Semorile y una amiga de Telleldín, Miriam Salinas, envuelta en una causa de drogas. Según la acusación, después que Salinas declaró contra Telleldín, Galeano dictó su sobreseimiento, pero lo hizo de manera insólita: en el expediente aparecen decenas de páginas de fotocopias de billetes secuestrados en la casa de la madre de Telleldín y en el medio de esas páginas, prácticamente sin que se note, hay una hojita con el sobreseimiento de Salinas. Estos elementos deberán ser evaluados por el nuevo juez.
4 ¿Es posible que también el ex titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy termine entre rejas?
Hay un delito inicial que le imputan el fiscal Nisman y el titular de la Unidad AMIA, Rúa: peculado. Consiste en sustraer fondos públicos que están bajo la administración del acusado. En este caso, se considera que sustrajo en forma ilegal 400.000 dólares de la SIDE para el pago a Telleldín. La pena es de dos a diez años de cárcel, por lo que es excarcelable, pero habrá que ver la óptica que adopta el nuevo juez, porque podría sostener que Anzorreguy no sólo sustrajo el dinero para pagarle a Telleldín, sino que sabía que era para financiar una pista falsa, lo que lo convertiría en cómplice de los otros delitos. Según declaró judicialmente uno de sus hombres en la SIDE, Jaime Stiusso, en su momento le advirtió a Anzorreguy que la pista de los policías era inconsistente y que, en todo caso, debía hacerse algún pago muy pequeño, confirmar lo que dijera Telleldín y judicializarlo. Sin embargo, Anzorreguy y Galeano apartaron a Stiusso y otros funcionarios de la SIDE y pusieron en el caso a la llamada Sala Patria, que trabajó en juntar elementos para la pista que luego el Tribunal Oral consideró un armado falso.
5¿La causa por las irregularidades puede derivar en acusaciones graves contra otros funcionarios de Carlos
Menem?
El Tribunal Oral ordenó la investigación del ex ministro Carlos Corach. Habrá que ver qué hace el nuevo juez, pero en las declaraciones que hubo durante el juicio oral, el ex secretario de Galeano, Claudio Lifchitz, sostuvo que la decisión de sostener la pista policial se tomó luego de una reunión entre el juez y Corach. Otro elemento que utilizará el fiscal es que los primeros pasos de la pista policial fueron dados en una negociación entre Telleldín y la camarista Luisa Riva Aramayo, muy allegada a Corach. De manera que el nuevo magistrado que esté a cargo de la causa deberá resolver si investiga en este sentido o considera que no hay pruebas suficientes.
6 ¿Sobre qué otros funcionarios se acelerará la investigación?
Por de pronto, la mira estará puesta en quienes fueron fiscales del caso, Eamon Mullen y José Barbaccia, los integrantes de la SIDE que trabajaron en la pista considerada falsa, Patricio Pfinnen y Alejandro Broussón, y quien fuera titular de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, comisario Jorge Palacios. Sobre este último, el fiscal especial Alberto Nisman pedirá que se investigue un hecho de gravedad. El juez Galeano ordenó el allanamiento de tres domicilios de un hombre al que consideró sospechoso, Alberto Kanoore Edul, quien sigue siendo actualmente investigado. Los allanamientos debían hacerse a las 8 de la mañana, pero se demoraron hasta las 17. A esa hora se allanó sólo uno de los tres domicilios. Pero el hecho que investiga Nisman es que cinco horas antes de ese allanamiento se registró una llamada del comisario Palacios a un celular de Kanoore Edul. Incluso se trató de un número de Edul que no figuraba en la causa, que se mantenía oculto, y que recién varios años después se detectó que le pertenecía. Respecto de Kanoore Edul, quien nunca pudo explicar una llamada hecha a Carlos Telleldín, el propio juez Galeano admitió en su momento que recibió una llamada de Munir Menem interesándose por su situación, pero el defensor del juez ahora lo negó.
7 ¿Qué pasará con Carlos Menem?
El mayor de los interrogantes se refiere a Carlos Menem. Son pocos los que creen que pudo estar ajeno al pago de Telleldín y al rumbo que tomó la causa. El Tribunal Oral dijo que las maniobras de la causa AMIA se hicieron .al servicio de políticos inescrupulosos. y seguramente la pretensión de los jueces fue que se empezara por algunos nombres que ellos enunciaron, esperando que en el proceso de la pesquisa alguien termine contando la verdad de cómo se manejaron las cosas en la Casa Rosada.