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El gobierno norteamericano respaldó, a través de su embajador Lino Gutiérrez, los criterios de seguridad implementados por la Argentina para la Cumbre de las Américas. “Estamos muy satisfechos de las medidas que se han tomado, estamos en buen contacto con las autoridades del Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa y la Policía Federal, así que anticipamos que la Cumbre será exitosa y segura”. En declaraciones a dos radios porteñas, el embajador le puso incluso un cierto tono festivo a la satisfacción oficial: “El presidente (George) Bush está anticipando venir aquí y pasar un buen rato con otros líderes del hemisferio”, dijo. Pero no ocultó su inquietud por las manifestaciones que se realizarán en repudio a la figura del mandatario norteamericano. Gutiérrez aseguró acordar con que “los ciudadanos expresen sus opiniones”, porque “estamos en una democracia, pero la violencia –acotó– es algo que no corresponde”.
Los preparativos de la Cumbre habían estado acompañados, más que de apoyos, por fuertes tironeos entre el gobierno argentino y el de Estados Unidos. La certeza de que habrá protestas callejeras es un foco de ansiedad para la administración Bush, que mantiene diferencias de fondo en la redacción del documento final que cerrará el encuentro.
Sin embargo, ayer Gutiérrez consideró que la Casa Blanca tiene “buen diálogo” con el gobierno de Kirchner. “Somos países democráticos que compartimos valores, trabajamos juntos en los problemas del hemisferio y tenemos una cooperación excelente de parte de la Argentina en la lucha contra el terrorismo”, sostuvo. “Por lo general, tenemos una relación excelente”, aunque “no estamos de acuerdo tal vez en todo”.
Por otro lado, señaló que aunque su país no realizó un análisis “formal” acerca de los resultados de las elecciones del domingo, hubo “un proceso muy apasionante e interesante”. La Argentina, señaló, “ha demostrado que sigue teniendo una democracia fuerte”.
Al volver al tema de la seguridad de la Cumbre, el diplomático mostró alguna inquietud por las protestas anunciadas y señaló que “siempre los incidentes de violencia son lamentables. Nos gustaría que nos quisiera todo el mundo, pero no es así. La verdad es que para mí lo importante es que los ciudadanos tengan el derecho de expresarse y que vivan una democracia. Por supuesto, nosotros estamos de acuerdo con que ciudadanos expresen sus opiniones, pero la violencia es algo que no corresponde”.
El embajador guardó todas sus palabras duras para el venezolano Hugo Chávez, a quien cuestionó por tener “un discurso que indica no mucho respeto por las minorías e instituciones democráticas”.
El embajador no quiso hablar sobre la advertencia de Inglaterra a los turistas ingleses que visitan la Argentina por eventuales actos de terrorismo. Cuando lo consultaron por el tema, contestó que no quería meterse “en problemas con nuestros aliados británicos”. De todas formas señaló que “sí, tiene razón en un sentido que el terrorismo internacional puede atacar en cualquier lado, en cualquier momento. Y tenemos que estar vigilantes”.