EL PAíS
FERROVIARIOS
Doscientos guardas del ferrocarril Roca reclamaron con una caminata sobre las vías ser reconocidos como trabajadores ferroviarios. Sucede que aunque cumplen con la tradicional tarea de controlar boletos, la empresa concesionaria (Metropolitano) los considera empleados de comercio. Por esto cobran sueldos de novecientos pesos, en lugar de los dos mil que les corresponderían, de estar encuadrados en el convenio colectivo de la Unión Ferroviaria (UF). La protesta demoró, durante la mañana, la circulación de los trenes que van de Constitución a Ezeiza. En la estación de Avellaneda, donde hicieron la caminata, la Gendarmería desplegó un operativo. Por la tarde se abrieron negociaciones entre Metropolitano y dirigentes de la UF, quienes firmaron un acta en la que la compañía se comprometió a pasarlos al convenio de la UF en seis meses. Sin embargo, los guardas se quejaron porque no habían sido consultados para firmar el acuerdo y continuaron con las medidas de fuerza. Una delegación fue recibida por la empresa y finalmente se anunció un cuarto intermedio hasta el viernes, según anunció el delegado Rubén Sobrero. Por su parte el sindicato de La Fraternidad, que había anunciado un paro para hoy, resolvió levantarlo tras llegar a un acuerdo salarial con el Ministerio de Trabajo de la Nación. La Fraternidad había pedido una mejora en los salarios de los maquinistas de Ferrobaires, del Estado bonaerense, y para las jubilaciones del sector.