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Formalmente, ayer ingresó el decreto presidencial que convoca al Congreso a sesiones extraordinarias. En los 23 puntos del temario, el Ejecutivo reclama: el respaldo parlamentario para el Presupuesto del año 2006, la prórroga de impuestos que vencen a fin de mes y que representan gravámenes por aproximadamente 50.000 millones de pesos anuales, el equivalente a la mitad de la recaudación impositiva, acuerdos para futuros embajadores, ascensos en las Fuerzas Armadas, el proyecto de Financiamiento Educativo y la reforma al Consejo de la Magistratura, una iniciativa impulsada por la senadora Cristina Fernández de Kirchner que es criticada por reducir la representatividad de las minorías. Este proyecto también es cuestionado por otorgar al oficialismo la llave que le facilita los dos tercios que bloquean o impiden el juicio político o la destitución de algún magistrado.
Aunque el decreto contempla que las extraordinarias se extenderán entre el 12 y el 30 de diciembre, lo cierto es que antes de fin de año aparece como difícil que haya más de tres sesiones. Lo que convierte al maratónico temario en algo improbable de realizar.
Junto con la prórroga de impuestos, el Presupuesto ingresó a Diputados antes de las elecciones del pasado 23 de octubre. La interna entre el duhaldismo y el kirchnerismo le hizo dormir una interminable siesta en la Comisión de Presupuesto que preside el jujeño Carlos Snopek. Con la renovación parlamentaria y con holgada mayoría en ambas Cámaras, el oficialismo espera una pronta sanción de la ley de leyes. En el mejor de los escenarios, intentarán su aprobación en la sesión del próximo miércoles 14, para que a la semana siguiente lo hagan los senadores. En el más complejo, no descartan que el mismo 21 de diciembre lo voten en simultáneo ambas Cámaras. Un destacado senador de la oposición manifestó a este diario que si bien su bancada votaría en contra del Presupuesto, no dejaría al Gobierno sin esta herramienta. Junto con el Presupuesto, el Ejecutivo pidió la prórroga de la vigencia del Impuesto a las Ganancias, del impuesto al cheque y otras contribuciones que representan un monto cercano a los 50 mil millones de pesos.