A pesar del pedido del gobernador Jorge Busti para que los vecinos abandonen los cortes de los puentes internacionales –y de las expectativas del gobierno nacional de que le hagan caso–, el clima de protesta en al margen argentino del río Uruguay por la instalación de las papeleras no da la impresión de ceder. Ayer, en Gualeguaychú, los integrantes de la asamblea ambientalista volvieron a cortar el cruce a Fray Bentos, mientras en Colón continuaban manteniendo bloqueados once camiones con materiales para la construcción de la planta de Botnia. El criterio que predomina entre los vecinos es el de exigir que se suspenda la edificación de las fábricas para dejar los piquetes. “Estamos donde estamos gracias a los cortes, si no nadie nos habría atendido”, resumió desde la ruta Pedro Pavón. En general, la idea que predomina es que el problema de las celulosas consiguió la plena atención del gobierno gracias a que 40 mil personas se movilizaron al puente, en abril del año pasado. Sin presión social, dice el razonamiento, modificar la situación será improbable.

La interrupción del puente que une Gualeguaychú y Fray Bentos comenzó a las seis de la tarde. La medida fue anunciada por 24 horas, aunque la intención es extenderla a todo el fin de semana, en una fecha clave para el turismo por el cambio de quincena.

La manifestación está ubicada en la ruta 136, antes de llegar al puente. A medida que los vecinos van llegando al corte, estacionan sus vehículos en una larga cola sobre la banquina. La Gendarmería instaló, delante de la protesta, un puesto para desviar el tránsito.

Javier Villanueva, secretario de Cultura de Gualeguaychú, respaldó la decisión. “Vemos bien la posible presentación de una denuncia ante el Tribunal de La Haya, pero mientras tanto las papeleras siguen creciendo. La chimenea de Botnia tiene ya 110 metros de altura.”

Otros le replicaron a Busti. Dijeron que aceptarán la convocatoria del gobernador a sentarse a dialogar para saber “qué argumentos tiene para decir que los cortes no sirvieron”. Aunque –señaló Gustavo Rivollier, miembro de la asamblea ambiental– la reconsideración de los cortes depende de que “en forma conjunta, se dicte una medida cautelar de paralizar las obras en un plazo corto, que puede ser de un mes o dos meses”.

En Colón, mientras tanto, la novedad es que la empresa chilena Pizarro, propietaria de ocho de los camiones bloqueados, negoció con los vecinos que los vehículos se vuelvan a Chile con su carga. Así lo informó Lilia Moyano, de la asamblea de esa ciudad: “Nuestra postura es que los camiones no crucen hacia territorio uruguayo. Ante la condición en que quedaron los choferes, que se ven involucrados en un conflicto en el que no tienen nada que ver, estuvimos buscando una salida. Se llegó a este acuerdo con la dueña de la firma, con intervención de nuestros abogados: los camiones ya están haciendo los trámites aduaneros para volver a Chile por el cruce de Mendoza”.

Durante el fin de semana no habrá corte del puente en Colón, pero los ambientalistas van a mantener guardias “por si aparecen otros camiones”.

En Buenos Aires, las empresas de ómnibus adelantaron a sus pasajeros que como tendrán que tomar una vía alternativa, el viaje al Uruguay les llevará tres horas más que lo habitual. Podrán cruzar la frontera por Colón e incluso por Concordia, donde no fueron anunciadas nuevas movilizaciones.

Las protestas sobre los puentes internacionales han sido motivo de irritación del gobierno de Tabaré Vázquez, que se ha quejado por las pérdidas que sufre el sector turístico. El canciller Reinaldo Gargano advirtió, el jueves pasado, que pedirá que la cuestión sea tratada en el Mercosur.

En la costa de Entre Ríos no hay una posición inamovible sobre los cortes de ruta. Desde el inicio del conflicto, las asambleas han tomado esta forma de reclamo como una herramienta que podrían dejar si pierde sus efectos o se vuelve contraproducente, dijo Pavón a este diario. Sin embargo, todo indica que continuarán por un tiempo. Por lo menos hasta marzo, mientras el tránsito turístico por los puentes garantice que la medida mantendrá repercusión.