Los obispos católicos uruguayos, que realizaron su asamblea general la semana pasada, dieron a conocer ahora un comunicado asegurando que ven “con mucha preocupación las consecuencias inmediatas para la gente, en especial en el litoral del país”, del diferendo planteado en torno de las plantas de pasta de celulosa que se instalarán en la zona de Fray Bentos y los cortes que se venían manteniendo a los puentes internacionales y, al mismo tiempo, advierten sobre “las repercusiones futuras para las relaciones de nuestros pueblos hermanos” de Argentina y Uruguay. El Episcopado uruguayo, presidido por el obispo de San José-Florida, Pablo Galimberti, admitió que “se mantiene contacto permanente con la Conferencia Episcopal Argentina” y propuso “un encuentro de representantes de las Conferencias Episcopales del Cono Sur, para acentuar el apoyo al proceso de integración en aras del bien común regional”. Los obispos uruguayos dijeron también que “siguen con atención los cambios que aporta la industria forestal a la vida del país”.

El arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, había admitido semanas atrás contactos con el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, en busca de una acción conjunta destinada a facilitar el diálogo entre los dos países. El propio presidente Néstor Kirchner se habría manifestado a favor de esa gestión de los obispos de ambas márgenes del Plata, según lo admitieron fuentes de la Casa Rosada. Sin embargo, hasta el momento no se han producido novedades sobre el particular y la Conferencia Episcopal Argentina guarda absoluto silencio sobre el particular.

La Conferencia Episcopal Uruguaya anunció también que a fines de mayo se reunirán en Uruguaiana (Brasil) obispos de todo el Cono Sur para dialogar “sobre los conflictos socio-ambientales de nuestros pueblos”. En el documento emitido al término de su asamblea, los obispos uruguayos afirman que “el conflicto que afecta hoy las relaciones de nuestro país con la República Argentina retuvo la atención de la asamblea”. Agregaron que “los obispos (uruguayos) siguen con mucha preocupación las consecuencias inmediatas para la gente, en especial en el litoral del país, pero también las repercusiones futuras para el relacionamiento de nuestros pueblos hermanos”. Dicen también que “sienten la responsabilidad de responder al llamado de Jesús de ser artesanos de paz para promover los caminos que la preparan, como nos plantean los mensajes anuales del papa Juan Pablo II para la Jornada Mundial de la Paz. La verdad, la libertad, la justicia, la solidaridad, el diálogo hacen de la paz un valor sin fronteras”.

“Los vecinos se encuentran para escuchar, compartir y reflexionar sobre caminos de diálogo en los conflictos socioambientales de nuestros pueblos”, será el tema convocante del 21º Encuentro de Diócesis de Frontera, que reunirá a fines de mayo en Uruguaiana (Brasil) a obispos católicos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.