Aproximadamente un centenar de obispos que integran la jerarquía de la Iglesia Católica del país se reunirán a partir de hoy en su primera asamblea anual en Pilar. En esta ocasión, los obispos recibirán un informe especial del Observatorio de la Deuda Social, preparado por la Universidad Católica Argentina y que lleva por título “Las desigualdades persistentes”. El trabajo ya fue presentado públicamente y contiene importantes críticas y advertencias sobre la situación social que ahora serán consideradas en forma particular por los obispos.

Como es habitual, los integrantes de la conducción eclesiástica destinarán parte de su tiempo al análisis de la realidad del país “desde una mirada pastoral”. Se descuenta que, además de los temas sociales que siempre están presentes en la agenda episcopal, en este caso habrá un tratamiento especial sobre el diferendo planteado entre la Argentina y Uruguay por la instalación de las plantas de pasta celulosa en Fray Bentos. Los obispos se han mostrado sumamente sensibles con el tema y, según pudo saberse en los círculos eclesiásticos, es fluida y permanente la comunicación sobre el particular con la Conferencia Episcopal Uruguaya.

La asamblea, que se extenderá hasta el sábado, estará presidida por el titular de la Conferencia Episcopal, el cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, a quien secundarán los presidentes primero y segundo, Luis Villalba (arzobispo de Tucumán) y Agustín Radrizzani (obispo de Lomas de Zamora), respectivamente, acompañados desde la Secretaría General por el obispo auxiliar de Rosario, Sergio Fenoy.

Se estima también que Bergoglio brindará un informe sobre las relaciones de la jerarquía católica con el Gobierno y sobre los gestos de acercamiento que han producido en los últimos meses, de los cuales el propio cardenal y el presidente Néstor Kirchner fueron partícipes. Tanto en la última asamblea del año pasado como en las respectivas reuniones de la Comisión Permanente del Episcopado, varios obispos le habían planteado a Bergoglio la necesidad de establecer canales de diálogo fluido con el gobierno nacional.

Desde la Casa Rosada se seguirá también con atención el desarrollo de la asamblea episcopal. Está tomada la decisión de que el presidente Kirchner asista el próximo 25 de mayo al Tedéum (celebración de acción de gracias) que con motivo de la fecha patria se realizará en la Catedral Metropolitana. El acto litúrgico estará presidido por el cardenal Bergoglio, a quien le corresponderá también pronunciar la homilía.

Molesto por manifestaciones públicas de algunos obispos en la misma fecha del año pasado, Kirchner decidió ausentarse de Buenos Aires y asistir en Santiago del Estero al Tedéum que presidió el entonces obispo de esa ciudad, Juan Carlos Maccarone. La presencia de Kirchner en la Catedral será ahora un gesto más en la consolidación de las buenas relaciones entre la Iglesia Católica y el Gobierno, más allá de los temas que siguen pendientes, como es el caso de la sustitución de Antonio Baseotto en el cargo de obispo castrense.

Actualmente se realizan gestiones para modificar la hora del acto religioso en la Catedral a fin de coordinar las actividades presidenciales que, para el 25 de mayo, incluyen la realización de una gran concentración política en la Plaza de Mayo.

En su asamblea, los obispos católicos dedicarán parte de su tiempo a los trabajos de preparación de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que reunirá a todos los obispos católicos de América latina y el Caribe en Aparecida (Brasil), en mayo del año próximo. El lema de ese encuentro es “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida”, y para el acontecimiento viajará especialmente el papa Benedicto XVI.