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A las 12.15 respondió el fax que le envió Elisa Carrió. Lo hizo por teléfono y para coincidir en la necesidad de revocar todos los mandatos. De esta manera el dirigente de más peso del justicialismo, Carlos Reutemann, dio su guiño a una propuesta que hasta ayer estaba fuera de la agenda del Gobierno. Pero ese no fue el único gesto cosechado por la titular del ARI: el aspirante a presidente por el PJ, el gobernador santacruceño Néstor Kirchner, y el jefe de Gobierno porteño, el frepasista Aníbal Ibarra, acordaron realizar esta misma semana una conferencia de prensa junto a Carrió para reclamar la convocatoria a votar todos los cargos (ver recuadro).
Carrió se decidió a escribirle a Reutemann bien temprano. Utilizó el tuteo y se mostró confiada en que encontraría alguna respuesta, a pesar de sus diferencias ideológicas, de quien considera un político “honesto” y “con sentido común”.
Llegó al Lole vía fax. “La sociedad reclama que nos vayamos todos y los privilegios de ciento cincuenta personas no pueden estar por encima de esa voluntad popular”, dice el texto de la titular del ARI, donde se presenta, y también lo presenta a su interlocutor, como “los dirigentes de mayor credibilidad pública y posibilidades electorales”.
El reclamo se reproduce en casi todos los párrafos de la epístola. Y allí también vuelve sobre su decisión de quedarse al margen de la futura disputa electoral si no se empieza todo de cero. Es más, considera que Reutemann debería adoptar la misma actitud.
“No es menos cierto que en momentos históricos como el presente, donde la fuerza moral de un país clama por un recambio institucional completo, nosotros no debemos aceptar participar de un proceso condicionado que va a terminar cuestionando nuestra propia eventual legitimidad si somos gobernantes”, dice la carta.
Si bien el texto tiene un destinatario directo también contiene respuestas a todo el arco del justicialismo, en especial a Carlos Menem y Eduardo Duhalde.
“Sujetar nuestra participación a la renovación total de los mandatos es la vía para impedir que el viejo régimen condicione a la nueva República. No se trata de temor a las urnas, se trata de coraje para imponer las nuevas reglas”, dice.
Hace unos días, el sobrino del ex presidente, Adrián Menem, habló del “temor” de Carrió a dar batalla. Y la chicaneó: “Cuando logre que se vote todo después va a pedir que los candidatos sean rubios”. El presidente fue aún más duro con la dirigente del ARI: “Señores, está la urna, no se asusten”.
El adelantamiento de las elecciones dispuesto por Duhalde incluye la renovación del presidente y el vicepresidente el próximo 30 de marzo, y la entrega de la banda presidencial para el 25 de mayo. El ministro del Interior, Jorge Matzkin, admitió que a lo sumo en esa fecha se podrá renovar la mitad de las bancas de diputados y un tercio de las de los senadores. Pero escudó en temas “técnicos” la posibilidad de una renovación total.
Reutemann, en la reunión que mantuvo la semana pasada con sus pares del justicialismo, se había mostrado partidario, junto al bonaerense Felipe Solá, de legitimar todos los cargos a través de los votos. En aquella oportunidad su preocupación, que arrastra aún por estas horas, fue la “gobernabilidad” de Duhalde y la de quien lo suceda.
En otras palabras, el gobernador santafesino cree que el descrédito de la gente hacia los políticos dificulta la posibilidad de tomar cualquier tipo de decisión.
En aquella cumbre de gobernadores, celebrada en la sede porteña de la casa de Formosa, el tema se saldó de una manera elegante. En la declaración conjunta, los mandatarios provinciales auspiciaron la renovación de “todos los mandatos políticos actuales” aunque remataron la frase con un “según lo permita la legislación”. Cuando el último jueves Reutemann se reunió con Duhalde a solas, le manifestó la necesidad de “alistar” la tropa de legisladores justicialista, con hegemonía en el Congreso, ya que de ella dependería el nuevo presidente para llevar adelante su gestión. Para Carrió, de resultar electa, ese marco sería catastrófico ya que no tendría prácticamente margen para gobernar.
Y por eso habló puntualmente del tema en la apertura de la misiva enviada a Reutemann. “La voluntad popular no debe quedar al arbitrio de los privilegios de quienes no quieren renunciar a sus bancas y condicionar así a cualquier futuro gobierno.”
Horas después de recibir el fax, Reutemann marcó el teléfono de la casa de Carrió. Hablaron algunos minutos. La síntesis de la charla quedó en boca de la propia diputada del ARI. “Dijo que estaba totalmente de acuerdo en renovar todos los mandatos”, señaló.
Como para que no quedaran dudas de su actitud, el gobernador santafesino envió un proyecto a la Legislatura que establece la modificación de la Constitución provincial para la renovación total de los cargos.
El ministro de Gobierno santafesino, Esteban Borgonovo, fue el encargado operativo del tema. La idea es avanzar con una enmienda que permita la convocatoria anticipada a elecciones. Según trascendió, se prevé una reforma constitucional acotada y parcial en la que el único tema a debatir sería el que establece la caducidad de todos los mandatos en la provincia el próximo 25 de mayo, en vez del 10 de diciembre de 2003.
Reutemann firmó el mensaje durante la tarde de ayer y Borgonovo cumplimentó los trámites para que ingresara al Parlamento a través del Senado. El proyecto, que declara la necesidad de la reforma, también incorpora el acotadísimo temario a debatir con el objeto de evitar especulaciones de la oposición, que ya advirtió sobre la intención del PJ de sumar imprevistamente temas controvertidos, como la reelección del gobernador.