Con una misa presidida por el cardenal Jorge Bergoglio se inicia hoy en Pilar la 93ª asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina, de la que participan casi cien obispos de todo el país. El encuentro es el último antes de las elecciones que se celebrarán en varias provincias y de los comicios presidenciales de octubre, razón por la cual no se descarta que la jerarquía eclesiástica emita alguna declaración en torno del tema. Esta decisión se tomará seguramente entre hoy y mañana cuando se produzca el “intercambio pastoral”, una suerte de análisis de la realidad desde la perspectiva eclesiástica.

La reunión episcopal, que se extenderá hasta el sábado, se concreta en medio de un clima de desconfianzas mutuas entre el Gobierno y el Episcopado, que se pone de manifiesto a través de la falta de diálogo directo entre las máximas autoridades. Este será, sin duda, uno de los temas que estarán en la agenda episcopal por más que no aparezca explícitamente en la lista de los que tratarán los obispos. De la misma manera habrá consideraciones sobre la situación del obispo castrense Antonio Baseotto, desconocido por el Gobierno, pero que aún permanece en su cargo a pesar de haber cumplido, el 4 de abril último, los 75 años, previstos por la ley eclesiástica para el fin de la gestión efectiva. En el Gobierno se aguarda la aceptación de la renuncia como paso anterior a avanzar en los acuerdos que terminarán con el nombramiento de quien habrá de suceder a Baseotto al frente del obispado castrense.

Durante el “intercambio pastoral” además de hacer consideraciones sobre la situación del país en general, los obispos informan sobre la realidad particular de cada una de sus diócesis y los problemas, sociales y eclesiales, que advierten en cada territorio. Es habitual que allí aparezcan situaciones como las que se viven actualmente en Santa Cruz, con conflictos sociales donde el obispo local, Juan Carlos Romanin, ha tenido un papel importante. De la misma manera es previsible que Marcelo Melani, obispo de Neuquén, dé cuenta de su mirada sobre el diferendo neuquino que cobró como víctima fatal al maestro Carlos Fuentealba.

Los temas que están formalmente planteados en la asamblea incluyen el análisis de un informe de la Comisión de Pastoral Social, que preside el obispo de San Isidro, Jorge Casaretto, sobre la problemática de adicciones. Los obispos están preocupados por cuestiones tales como las drogas, el juego y el alcoholismo y entienden que es necesaria una acción de la Iglesia en ese campo. También la Comisión de Educación presentará otro informe sobre sus puntos de vista acerca de la reciente ley nacional de educación y, en particular, sobre la educación sexual en las escuelas. Sobre estos aspectos también puede haber pronunciamientos.