EL PAíS › MARIANO NARODOWSKI, EL PRIMERO DE MACRI

“Yo nunca estuve muy apegado a Paulo Freire”

Encabeza la lista a legisladores de PRO. Es especialista en Educación y pasó por la escuela de formación de Ctera. “Izquierda y derecha es una cartografía que no sirve”, dice.

 Por Werner Pertot

“Le recomendaría a Macri que lea a Paulo Freire y también a Milton Friedman”, comenta Mariano Narodowski sobre el pedagogo marxista y el adalid de neoliberalismo educativo. Enseguida, el primer candidato a legislador de PRO aclara que no acuerda por completo con ninguno de los dos. Y agrega, ecuménico: “Se lo recomendaría a Macri, a Filmus y a Telerman”. Ex vicerrector de la Universidad de Quilmes, ex director de educación de la Universidad Di Tella, Narodowski trata de explicar en diálogo con Página/12 su pasó de la escuela de formación de Ctera al comando de campaña de Mauricio Macri.

–Ibarra dijo que si Macri “dice lo que piensa, no lo votan”.

–Nosotros decimos exactamente lo que pensamos. Lo conozco a Macri desde hace cinco años y venimos trabajando los mismos temas.

–Cuando lo conoció, ¿cuál era su impresión?

–Yo tenía los mismos prejuicios que tiene mucha gente al ser una persona de una clase social distinta. Vengo de la clase media, soy intelectual y es un ingeniero, él es de Boca y yo, de Atlanta. Pero me atreví a darle una oportunidad y me fui dando cuenta de que tiene una enorme capacidad de formar equipos y que escucha a los que saben, una cosa muy poco común en los políticos en general, que son improvisados y berretas.

–¿Alguno de sus prejuicios se confirmó?

–Sí, no un prejuicio, sino una realidad: que viene de una clase distinta. Siempre decimos que íbamos a bailar a lugares distintos e íbamos de vacaciones a lugares distintos.

–Algunos en el gremio docente le critican el paso de Ctera a Macri.

–Bueno... Deben ser los mismos que apoyaron a De la Rúa. Este cambio para mí fue un esfuerzo importante: valorizar lo bueno que tienen los distintos sectores sociales. Izquierda y derecha es una cartografía que no sirve.

–¿No pasó de Paulo Freire a Milton Friedman?

–No. Nunca fui demasiado apegado a Freire, sobre el que tengo algunas críticas. Y mucho menos me sentí cercano a Friedman.

–¿Le recomendaría a Macri que lea algo de Freire?

–Absolutamente, sí. Que lea de Freire, que lea de Milton Friedman. Los políticos tienen que estar formados en bibliografía. Se lo recomendaría a Macri, a Telerman, a Filmus.

–¿Qué rescata del asesoramiento que prestó al gobierno de San Luis?

–Nunca presté asesoramiento en San Luis.

–¿Nunca?

–No, es un gran malentendido: fui jurado de un concurso de escuelas, del que participaron otros prestigiosos intelectuales.

–¿No se trataba de un proyecto similar al de las escuelas charter?

–No, yo escribí sobre escuelas charter, como también escribí un libro contra la Ley Federal de Educación.

–¿Pero estuvo a favor de las escuelas charter o se opuso?

–No se trata de oponerse, soy un intelectual y analizo situaciones. Estoy interesado en temas de autogestión. Sí estoy en contra de las escuelas charter e incluso escribí que son de imposible aplicación en la Argentina.

–Entonces, ¿por qué el documento “Visión PRO 2007” habla de “asignar presupuesto educativo por escuela y por alumno”?

–No, no conozco ese documento.

–Es el que presentaron Macri y López Murphy el año pasado.

–El mecanismo que tenemos pensado no es ése.

–¿Y cuál es?

–Lo que queremos es mejorar las escuelas de menores recursos, porque la distribución de la riqueza es peor en la ciudad: según un estudio de Artemio López, el 10 por ciento más pobre es más pobre hoy que en 2003, pese a las “buenas intenciones” de Ibarra y de Filmus.

–Otra de las propuestas es el registro genético de violadores...

–La propuesta es que a todas las personas con condena en firme, y sólo a esas personas, se le va a sacar una muestra de ADN para después compararla en caso de una violación. Es equivalente a las huellas dactilares de reincidentes. Estará garantizado el secreto y sólo se podrá acceder por medio de la petición de un juez.

–Macri propuso este registro acompañado por Blumberg, quien planteó que el registro genético debía ser para todos los ciudadanos al nacer.

–En principio, no estoy de acuerdo.

–¿Por qué?

–Porque, en principio, temería por las garantías individuales. Y somos muy celosos de las garantías individuales.

–¿Y en el caso del proyecto de PRO no hay peligro?

–No, no. Si hay una condena firme, y se está viendo que el violador suele ser reincidente, lamentablemente, es un instrumento similar al actual.

–Otra propuesta en la que Macri hizo hincapié en esta campaña es en limitar la protesta callejera.

–Nadie habla de limitarlas. Se habla de lo que ocurre en cualquier lugar del mundo: regularlas. Es decir, que haya que pedir permiso y establecer que la manifestación no impida la libertad de tránsito de los demás.

–¿Cómo se logra esto?

–Es un equilibrio difícil, pero en cualquier ciudad del mundo se pide permiso y la manifestación se realiza.

–Le planteo un ejemplo hipotético: el 24 de marzo, las Madres de Plaza de Mayo no le piden permiso al gobierno porteño. ¿Qué haría Macri?

–No, yo supongo que van a pedir permiso, sabiendo que van a tener todas las garantías para hacer todas las manifestaciones que quieran ellas o cualquier grupo político o social.

–¿Y si no?

–Se deberían aplicar las reglas, pero es imposible que ocurra eso en una sociedad donde empecemos a convivir en serio. Se van a poder adaptar a la situación.

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