Desde Costa do Sauipe

Los corrillos prenunciaban tensiones para definir la institucionalización de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). En buen romance, la candidatura del ex presidente Néstor Kirchner a la secretaria general del organismo. La decisión de sesionar a puertas cerradas alimentó las lecturas conspirativas a partir de la resistencia de Uruguay. El plenario de presidentes tomó un atajo y disipó tensiones: se postergó hasta abril la definición. “En un encuentro como este no se tratan las diferencias bilaterales, sino las cosas que hacen al conjunto. Si se trataran las diferencias entre cada uno no podría funcionar ni Naciones Unidas”, soslayó el tema la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en un breve cruce con la prensa.

El canciller chileno, Alejandro Foxley, remarcó que “afortunadamente hubo buena voluntad para postergar el tema hasta abril”. Durante este lapso, Michelle Bachelet, la presidenta pro témpore de la Unasur, iniciará un proceso intenso de consulta sobre la postulación de Néstor Kirchner, la única formal

–Nosotros la apoyamos –dijo.

–¿Analizaron la posibilidad de modificar el criterio de designación que no sea por unanimidad sino por mayoría? –le preguntaron los cronistas.

–El acuerdo constitutivo de la Unasur establece que la norma de consenso, entendida como unanimidad, es fundamental. Si no se respetara este criterio, los Congresos de varios países no ratificarán la Unasur.

–¿Si no se llega a la unanimidad en abril se tiene que cambiar el candidato?

–Si no hay unanimidad se cambia el candidato –sentenció Foxley antes de internarse en la siguiente cumbre de la agenda, la de América Latina y el Caribe.

La fórmula para zanjar el entredicho ante los fuertes reparos de Uruguay por el conflicto con la Argentina desatado a partir de la instalación de la pastera Botnia fue ganar tiempo. Antes de sentarse a la mesa del plenario, el paraguayo Fernando Lugo había anticipado: “Hay otras posibilidades”, cuando le pidieron su opinión sobre el entredicho por la postulación de Kirchner. El venezolano Hugo Chávez señaló que “a través del diálogo se va a resolver el tema, pero lo importante es que la Unasur empezó a andar sin el patronazgo del imperio. Ya no manda Estados Unidos aquí”.

Puertas adentro fue la propuesta de Chávez la que sedujo al plenario para que durante cuatro meses se siga tratando de sumar voluntades en pos de la postulación de Kirchner. El ecuatoriano Rafael Correa, quien candidateó al ex presidente, aceptó el convite, aunque se mostró partidario de analizar un criterio de mayoría para designar al secretario general.

Los otros puntos de la agenda de la Unasur se aprobaron sin conflicto: el informe coordinado por el argentino Rodolfo Matarollo sobre la Masacre de Pando en Bolivia, la creación de un consejo regional de Defensa y otro de Salud. “Por iniciativa de la Argentina cuando el presidente de Bolivia, Evo Morales, nos convocó ante la masacre se formó la comisión especial de Derechos Humanos. El informe fue aprobado por unanimidad. La intervención de la Unasur permitió descomprimir la situación generada por el desconocimiento opositor a las autoridades legítimas. Esta ha sido la misión más importante que cumplió la Unión. Ahora acordamos enviar observadores para las elecciones del 25 de enero, cuando se realice el referéndum sobre la nueva Constitución”, destacó la presidenta argentina.

Solo diez representantes por delegación fue el tope impuesto por los organizadores para participar del plenario. El limite dejó afuera a secretarios de Estado y funcionarios de primer nivel que quedaron sometidos al agobio del lobby del Costa do Sauipe Conventions. La cumbre de Unasur avanzó en proyectos generales y postergó las definiciones institucionales. En abril, Bachelet dejará la presidencia pro témpore, se tendrá que despejar la duda sobre la secretaría general y se espera que se concreten las votaciones en los Congresos de los países miembros. Hasta ahora, sólo los poderes legislativos de Venezuela y Bolivia ratificaron su integración a la Unasur.