Surgido en 1984, el Club de Cultura Socialista José Aricó apareció como una experiencia novedosa e insoslayable para parte importante de la intelectualidad que, durante la dictadura, había confluido en el exilio mexicano. Rápidamente se erigió como un bálsamo de pluralidad al calor de una encrucijada: la permanencia de una perspectiva socialista ante la emergencia de una época que vertiginosamente clausuraba utopías y anhelos, en un contexto donde la primavera alfonsinista despertaba una revalorización de las instituciones democráticas y republicanas.

Pancho Aricó, Juan Carlos Portantiero y Jorge Tula, intelectuales de formación gramsciana, decidieron impulsar al club desde una dimensión cultural-política que emprendiera la intrincada tarea de repensar y debatir la posibilidad de recrear el ideario socialista bajo la democracia. Referentes de la revista Punto de Vista, como Carlos Altamirano, Hilda Sabato, Beatriz Sarlo y Oscar Terán, entre otros, también formaron parte de la primera época del club. La segunda mitad de los ‘80 fueron años de intensa intervención de algunos de sus referentes en instancias cruciales de la política nacional, como cuando Portantiero participó en la elaboración del recordado discurso de Parque Norte de Raúl Alfonsín, en 1985. No obstante, el espacio nunca perdió su autonomía y logró estabilizarse como un lugar de amplia divulgación de ideas progresistas.

Con la llegada del menemismo, el club vivió años de sobrevivencia y reflujo ante la avanzada neoliberal y la despolitización creciente de la sociedad. El fallecimiento de Aricó y los crecientes desacuerdos y alejamientos dificultaron aún más las cosas. Así y todo, el Club de Cultura Socialista José Aricó llegó de pie hasta la segunda mitad del año pasado, cuando se decidió finalizar con su existencia. Antes hubo que sobreponerse a los duros golpes que significaron las muertes de Portantiero a principios del 2007 y de Terán y Tula durante 2008. En parte, el punto final estuvo marcado por el conflicto entre el Gobierno y los productores rurales que –según los fundadores del nuevo club– “dejó al descubierto divergencias que generaron una separación traumática”.